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martes, 20 de octubre de 2009

En guardia



Un lobo duerme en mi pecho, hecho de voluntad y acero
Él persigue lo que quiero y está atento a lo que no me espero
Con los sentidos despiertos, atentos a la amenaza
Su piel densa y gris me abraza, traza claro mi camino
Yo veo por sus ojos, mis enojos, mis antojos
mis motivos, mis deseos, con sus colmillos golpeo
En él recreo mi verdad, él me lleva a cuestionarme
Él me impulsa a despertar y me guía a enfrentar(me)
Solo pisar la grama y sentir el viento fuerte
Es el todo que me advierte que ha llegado la hora
El acero desenfunda, brilla claro como el cielo
Son mis miedos los que enfrento sin mayor remordimiento
No necesito armaduras más allá de mi curtida carne
Es que fuí bien criado, siguiendo los consejos de mi madre
y como dice mi maestro, manten el filo presto,
entrena fuerte, suda sangre, no te permitas un mal gesto
Que el secreto está en la práctica a plena consciencia
La mezcla del instinto con mi densa inteligencia
Entrena para tu guerra como si fuerse mañana
Mientras aquí más sudes menos sangre habrá en batalla
Que la lucha, más que a golpes, más que a una ideología
Más que balas, más que tajos, que furiosas minorías
es tener cabeza fría para mirarte al espejo,
entiéndete como enemigo y supérate hasta viejo
No caigas en la falsa gloria de la competencia,
si a todos los derrotas, has firmado tu sentencia
Que la ciencia de la guerra está en vencerte a ti mismo
Superar tu abismo, renacer aunque seas el mismo
y encontrar tu fortaleza ahí, tendido en el asfalto
Con la lluvia apuñalándo y la sangre llorando en falso
Una derrota no es más que otra invitación
a empuñar de nuevo el arma hacia la superación
Y no importa si has venido armado con un mandoble
Con la bendición del papa y la dureza del roble
Que mi corazón es noble pero mis manos esperan
Aprovechar tu ofensiva para luego hacer lo que ellas quieran
Tu mayor debilidad está en el uso de la fuerza
A tus músculos compensa mi excelsa habilidad
de encontrar entre las placas el camino hacia tu muerte
Voy burlando tus defensas, yo no necesito suerte
Tan grande como tu ataque, así será el dolor
Yo canalizo mi ira, tu respondes con rencor
En mi daga rezo el credo del martillo aplastante
De la espada del manco y el ojo del caminante
Cuando suene el cuerno hondo y cante el gallo
No habrá excusa si peleo y pobremente fallo
El entrenamiento es solo otra oportunidad
De preparar el repertorio para el momento final
Nada de desprevenidos, atento a la señal
En lo grande y lo vanal, en lo duro y lo trivial
En el aire, las sonrisas, los zurcos de la tisa
Todo trae premisas, no creo que "el golpe avisa"
Mis palabras son mi Seax, mi cuchillo, mi puñal
Y cuando yo las escupo a tu cara van a dar
La cabeza te penetran, en tu cerebro entran fuertes
Es el verbo que despierta, que espavila de frente
Con el corazón en guardia, sin peto ni cota
Voy marchando, masacrando, no hay victoria ni derrota
Algunas veces defenderte deja de ser opcional
Es tu fuego contra el mal, como chispa de pedernal
que enciende los maderos que erigieron mis ancestros
Levantamos el puño para honrar sus restos
Estas letras son mi ejército, mi heróica proeza
Siempre he sabido a quien se le reza
Llevo el hierro en las manos porque en el cuello me pesa
Yo recito a Epifanio y a sus líneas fervorosas
Así como canta el himno de mi tierra majestuosa
Así nos levantamos ante la más monstruosa
amenaza que se enfile, lanza en mano, a nuestras puertas
Así bien nos preparamos para morir en reyerta
La única razón cierta es aquella en la que crees
El justo precio de tu vida pende de lo que desees
dejar marcado en el mundo, para ti o para los tuyos
No permitas que el murmullo se te convierta en barullo
Destruyo con mi hacha lo que otros me remachan
con malas intenciones, con palabras y acciónes
Emociones bien usadas como fiero combustible
O en respeto silencioso para interferir lo menos posible
Mi confianza la merece un camarada de camada
Que pelee a mi lado y no tema a nada
Lo importante no es seguir una misma ideología
Es que sigamos vivos al final del día
Y si cae un compañero por una hoja fría
Honra su cadaver como el querría
Que lo reciban sus Dioses y sus antepasados
No hay que llorar tristezas por quien ha luchado
A conciencia, con templanza, sin indiferencia
Enfrentando a la muerte en su peor apariencia
Que en la ausencia de una espada empuñes fuerte la mano
y conviertas lo horroroso en un patético gusano
Yo resano mis defectos con el arduo esfuerzo
y me enfrento a mis demonios conjurándolos en este verso
En este verbo, exacto y afilado
Aunque nunca termine de aniquilar ese pasado
Que se yergue ante mi, ondeando mis defectos
La estrategia no es mentirme, creer que no son ciertos
Uno por uno, iré por ellos, hasta verlos caer muertos
Y llenar de vida y luz mis escabrosos desiertos
Solo concibo dos lugares en donde guardar mi arma
En la carne del enemigo
o en su funda, en plena calma
Como los recuerdos guardados en mi enjalma
Lucharé sin tregua hasta poner en paz mi alma.

miércoles, 7 de octubre de 2009

El Ahorcado


Con la mayor calma, midiendo sus pasos, el hombre caminó hacia la base del gigantesco fresno.

Su mirada no se elevó a las verdes hojas que se mecían al viento, no contempló admirado al águila que desde la copa juzgaba con ambarinos ojos, tampoco reaccionó al correteo de la ardilla que trazaba su camino de la copa a las raices, y de las raices a la copa.

Su mirada no se hundió entre la tierra, no miró con vehemencia a las tres mujeres que discutían, como toda mujer, del destino, ni frunció el seño a la serpiente qué mordisqueaba, fétida, las bases del tronco.

Su mirada iba al frente, al centro de todo, al centro de si mismo. Él iba a su encuentro. Caminó, tanteando con los ojos, con los pies descalzos, la agrietada corteza del tallo, las raices que se hundían en la tierra, hasta los confines de los confines.

De entre sus ropas sacó una cuerda, una soga raída pero fuerte como su voluntad, y con la calma de quien prepara un ritual hizo el nudo ejecutor.

Ató la cuerda a la rama media, cimentada en la vida y la fortaleza de la madera. Y sin palabra alguna, con la mirada tan en paz como la vista desde el fresno, el hombre se retiró el sombrero, depositándolo sobre la tierra, pasó la blanca cuerda por su cabeza y la ajustó a su cuello de la mejor forma.

Nunca cerró los ojos... todo fue cuestión de confianza, cuando su cuerpo se balanceó y sus pies, desesperados, no encontraron un soporte, y sintió miedo, fue cuestión de confianza. Cuando su venablo se encajó entre sus costillas y la sangre tiñó la tela azul, mordiendo pofundo, abriendo al frío aire, fue cuestión de confianza. Cuando el balanceo se hizo pasivo, y su cuerpo, lánguido, se cofundía, al mecerse, con las ramas y los frutos, y se hizo consciente de su soledad, fue custión de cofianza.

Confianza... y los ojos bien abiertos. Al terror, a la muerte, a la herida y la culpa, a la soledad y al abandono, a la verdad... No cerró los ojos.

Su mirar cayó, se hundió en las profundidades, en sus abismos, en los rincones del mundo y la razón, deshojando sin prisa los secretos, liberando las voces, comprendiendo los impulsos... No se permitió parpadear.

Dicen que colgó nueve noches, mecido por el viento, dicen que su barba y sus largos cabellos parecían el viento mismo... y que su mirada estuvo firme, analítica, paciente, mesurada. Exacta. Dicen que solo un ojo estaba completo. Pero que los dos párpados estaban bien abiertos, mirando, el ojo hacia el vacío, y el otro a si mismo.


Y fué entonces cuando los estertores, suaves, como de marea, como de calma respiración; se detuvieron.

La soga liberó a su fugitivo sobre las raices del arbol, entre gritos, alaridos rítmicos y ordenados. Gritaba desde su mente. Y el tiempo lo esperó mientras, cuerpo y mente, se incorporaba.


Él no era ya el mismo.

Poseía un conocimiento, él conocimiento, la base y fuente de toda riqueza y todo poder.

La Quintaesencia de la sabiduría.

Talló con fuerza los sonidos sobre la madera, Marcó en trance las verdades y los porvenires.

Entregó de si mismo todo.

Entregó su vida, Y obtuvo algo grande como nada, como todo.



Se obtuvo a si mismo.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Un cuarto de siglo.

















Para Blodsverd Thorsson. Feliz Cumpleaños.



Deseo de corazón, camarada de longas jornadas, de conversaciones al crepitar de tenue fuego y de sangre derramada a mordizcos de espadas, que esta noche los ases se reunan en severa discusión, y que rompan reglas por una noche solitaria.

Espero que esta noche Odin y Freya envíen a tu encuentro una risueña Valquiria. que la muy confabuladora te conduzca a un ostentoso banquete servido en tu honor.

Odin, el de muchos rostros, recibirá tu visita, observando desde lejos como una corte de Einherjers, Berserkir, Valquirias y Vargynjers (Mujeres Ulfhednar) te acompañan, presagiando lo que Möd, la cocinera, preparó para tu llegada por orden del Altísimo.

A tu llegada sonreirá bonachón, saludándote por tu nombre y conduciéndote dentro con su mano sobre tu hombro. Adentro te hará sentar a su derecha, y levantará su cuerno para brindar a tu salud.



--Por ti, fiel guerrero, Heathen como pocos, poeta y artesano. Buena mar te den las tres damas, buena muerte la espada de tu enemigo.--



Frente a ti encontrarás a tu padre, vestido en finas prendas. Cuerno levantado hacia ti, sonreirá y se extenderá sobre la madera para propinarte un violento abrazo (Que fortuna que en Valhalla las heridas se desvanecen en el banquete).

Nosotros, tus compañeros, tambien seremos invitados, y brindaremos en alegre Sumbel a los ases, a los antepasados, y a tu vida. Que sea longeva y llena de aventuras. Poblada de placeres y acabada de un buen tajo a tu cuello.

BLOT! Hambrientos devoraremos Jabalíes y gansos, beberemos barriles enteros de licor de cebada y miel de los campos del palacio de Thor. Quien, atónito, reirá a cuestas tuyas por tan voraz apetito. --Ni a la mesa de los Jotuns tragué tanto, mi amigo-- Exclamará a carcajadas.


--¿No tienes una buena canción para mi salón, Blodsverd, de las hermosas montañas de Antioquia?--

Con ánimos te levantarás derribando una jarra de salsa de arándanos y moras sobre otro comenzal, que con un gruñiido te sonreirá mientras se limpia la barba. Y por obra de los dioses (Seguramente) los menesterosos aparejos para un concierto inigualable estarán justo al fondo del salón, junton con todo Horde Thor. Deleitarás a los Ases con canciones y poemas, chistes y hasta guascas.




Ya te imagino, camarada, Cantándole unas cuantas de Don Otis (Obviamente a dúo con el mismísimo) a Wottan mientras el desvergonzado se parte de la risa. Y convenciéndolo de que un machete podría hacerle mejores resultados en el Ragnarok.



De súbito te arrancará de la silla una mujer de fina piel y fiera actitud. Tu Valquiria (Si Vanessa, tu.) y te llevará a una habitación al fondo del pasillo, y al ritmo de sus caderas te dará el presente final de tan magnífica noche.

Los dioses te obsequiarán corceles y prendas, armas en variedad, y de hermoso acabado.

--Forja enana-- Dirá Freya mientras besa tu frente. aflorando en vos una tontísima sonrisa.

Cargado con dulce licor y comida por recuas. de regalos hastiado e hinchado de gozo. Volverás a tu lecho a despertar sin prisa alguna.

¿Fue verdad tal banquete? ¿Tal sonrisa tuvo razón?

Oportunidad tendrás, mi amigo, de preguntarle a Fjolsvid cuando vuelva a recibirte en el salón de los héroes.

HEILSA!

Que las nornas te den años de próspera felicidad!

HAIL!

HAIL!

HAIL!

domingo, 11 de enero de 2009

Wolves of Wottan

Esta es una letra que escribí para mi grupo de Folk Metal... Si alguien requiere explicaciones. Pídalas.


Wolves of Wottan

Fierce, rises the sun
Meltinng the clouds
Facing the mountains, blue and high

Bears leave their caves
Wolf packs awake
Hunters give life to the forest

Shadows in the dawn
Patrol the woods
Hunger and thirst of deer flesh

Trace leads to their prey
Tracking their smell
Blood boils inside their killer hearts

Wind blows through the trees
Valkyries chant
The thery first notes of war's song

Horns roar in the sky
Drums head the march
Flutes call for every warrior

Hail! Beasts understand
Rising as men
Answer Allfader's calling

Dressed in predator's skin
Hold blades as claws
Ulfhedin and Berserkir

Proud we follow commands
Leaving the woods
Starting unother journey

Fast! Marching all day
Sometimes all night
Until the sunset's flameless

Soon, we see the smoke
Smell of burned flesh
The battle's behind the hill

Run! Run like a wolf
Roar as a bear
Charge down with nothing on your mind

Odin fights through my sword
We are blessed by the nornes
Our fangs plunge deep into their flesh

Hail! Destroy their lines
Splinter their shields
Wottan's Wolves howl with madness

Hail! Chaos and blood
They can't fight back
There is no mercy for them!

HAIL! Wound them to death
Chop of their heads
Throw them directly into Hel

We march not in lines
We guard the Jarls
We are the Wolves of Wottan

Mi banda Sonora


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