tag:blogger.com,1999:blog-20345896921991848462024-03-13T09:33:44.374-07:00Pluma y espadaSebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.comBlogger97125tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-68621730450511213672012-12-14T22:10:00.000-08:002012-12-24T05:04:01.707-08:00Un blues de hielo y fuego<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://24.media.tumblr.com/tumblr_lx5ucq23oa1qf81coo1_500.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="176" src="http://24.media.tumblr.com/tumblr_lx5ucq23oa1qf81coo1_500.gif" width="320" /></a></div>
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Federico terminó de ver la película. Sus amigos estaban tan emocionados que no quiso decirles que no le había parecido tan buena, tan brillante, tan insuperable.<br />
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Decidió detenerse un segundo para esperar a que el resto de sus compañeros salieran de entre las filas, al lado de la salida, y por el rabillo del ojo vio a esas dos figuras que mezcladas le generaban tanto odio y tanta tristeza respectivamente. Aquel que llamó su amigo. Aquella que llamó su vida.<br />
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Fingió no verla, la dejó pasar adivinando su figura entre las siluetas de sus amigos, aborreciendo la de su novio entre las cabezas de sus acompañantes. Fingió no ver los ojos de tres de ellos cuando la vieron a su espalda. ¿Los miraría ella a los ojos?<br />
<br />
Alicia salió del teatro, su novio la detuvo un instante, y Federico hizo tiempo para evitarla afuera. Dio vueltas, sintiendo punzadas en el alma cada que sus ojos la veían de lejos, hasta que logró guiar a los suyos lejos.<br />
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Fingió una eterna sonrisa, habló como si nada, comentó con ellos los mejores momentos del filme, rió a carcajadas, ojeó con nostalgia una tienda llena de LEGO, caminó con sus amigos hasta que el último tomó su camino, y entonces se dio permiso a sentir.<br />
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Ya estaba sobre el parque. Compró una cerveza, dio una vuelta dándole chances al destino, y como no encontró a nadie emprendió el camino a su casa.<br />
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Federico ni siquiera se tomaba un acetaminofen cuando enfermaba, pero verla a ella lo mataba un poco por dentro. Fumar era su manera de cauterizar aquello que se había necrotizado. Hundió sus audífonos en sus oídos para bloquear el mundo, encendió uno de los dos Marlboro Ice que acababa de comprar y comenzó a caminar.<br />
<br />
Federico odiaba el cigarrillo, pero amaba la frescura que sentía mientras su lengua, su paladar, el interior de su nariz se quemaban. El cigarrillo le humedecía los ojos, le ayudaba a llorar, le daba el espacio para sentirse solo.<br />
<br />
Estaba solo, no encontraría a nadie de vuelta a casa. Sabía que estaba tan solo como lo ha estado desde hace casi 2 años. Encendió su segundo cigarrillo y se dio cuenta que odiaba detenerse en su camino. Nunca se tomaba el tiempo de ser el espectador.<br />
<br />
Primero sonó Howlin' Wolf. Muddy se lamentaba en la complicidad de sus oídos, y Federico aprovechaba los silencios de su voz para aspirar su veneno. Luego vino Corine Baley Rae susurrándole Since i've been loving you, y por último Fito desgarró Cadaver Exquisito. Él gritó cada letra, cada palabra, recordando aquella noche que había caminado de su casa al parque, gritando a través de un celular donde se encontraba ella, gritándole sus penas, su arrepentimiento, sus inamovibles ganas de que un carro no lo viera y lo mandara al vacío de un golpe seco, congelando su dolor en un segundo que durara la eternidad, consagrándolo como mártir de su inútil causa, borrándolo en una exhalación de crudo y disfónico blues.<br />
<br />
Gritó el humo que se encendía en su garganta. Él estaba solo. Ni siquiera ella lo escuchaba.<br />
<br />
El camino era largo, y al darse cuenta que le quedaba poco para acabarse su segunda cuchilla, se sintió desconsolado. Suerte para él que justo al final de ese cigarrillo habría otro vendedor.<br />
<br />
Gastó sus últimas monedas en otros dos, y suplicó al hombre que le diera cualquier otro cigarro para completar su viaje acompañando su dolor con justo daño.<br />
<br />
Fumó primero el cigarrillo de puta que le habían dado, encendió el segundo, y al buscar el tercero, ya llegando a su casa, encontró que se había lanzado desde su bolsillo. Probablemente se encontraba muerto en el asfalto, desparramado por su caída.<br />
<br />
Federico hizo de tripas corazón, haciendo rendir su pequeña muerte, y lo lanzó por encima de su cabeza cuando estuvo a punto de quemarse los dedos.<br />
<br />
A una cuadra de su casa miró su sombra. Arregló los pelos rebeldes que desaliñaban su imagen.<br />
Su sombra fue su espejo, y caminó hacia ella hasta que se perdió en las orillas de su noche plutónica.Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-69900342801156077832012-07-31T13:49:00.003-07:002012-07-31T13:49:32.392-07:00Labios Rojos<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/ksRBfsz53Eg?rel=0" width="480"></iframe>
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Las calles parecían en silencio. Ella caminaba con sus simples zapatos de cuero grises, que apenas se notaban plateados de cerca, mientras se miraba las manos. Su atuendo, aunque enmarcaba las suaves curvas de su cuerpo, parecía contrarrestar intencionalmente con lo poco llamativo, la belleza de su rostro.<br />
<br />
Su piel era irealmente blanca resaltaba el negro de su pelo. Sabía bien que solo faltaba un color, y por eso se hería cada 20 minutos los labios con un labial rojo. Tal vez era la única herida que admitía, aparte de sus ojos; porque pocas cosas le dolían más que dar un beso en vano.<br />
<br />
Todo en su carita era suave. pómulos delicados, mentón pequeño, nariz redonda y discimulada; Apenas los labios afirmaban un poco de su sensualidad. Pero sus ojos. Sus ojos eran la excepción.<br />
<br />
No era que la hora no tuviera la calle a reventar de ruido. La gente pululaba en las aceras del centro de la ciudad, los autos pasaban escandalosos, entre frenones, pitos y motores afanosos. La luz chillona de los locales alrededor parecía acrecentar el ruido, encoger el espacio, aplastarlo todo contra los muros.<br />
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Sin embargo, con ella se hizo el silencio, porque esos ojos no le pertenecían.<br />
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Eran fríos, con un dejo de tristeza en su marco pero no en su fondo. Su fondo parecía decir <i>Por cada paso que de hacia ti, me alejaré dos. </i>Parecían los ojos de un gato desconfiado. El testimonio de quien fue hecho para la ternura, y moldeado para el adiós.<br />
<i><br /></i><br />
La multitud la perdió. Abrió la puerta de su casa, y sin darle luz que se reflejara en su piel de cromo, se despojó, paso por paso, cosa por cosa, prenda por prenda, camino al baño.<br />
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Así, a oscuras, en un mundo a blanco y negro, abrió la llave en la pared, dejando que el agua hirviente hiciera una sola cascada con su pelo.<br />
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Con su cabeza levemente inclinada hacia abajo en una pose en la que sus gruesas pestañas no dejaban ver si tenía abiertos o cerrados los ojos, estuvo casi inmóvil bajo el agua y el vapor por una eternidad.<br />
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Era una estatua. Una muñeca. Parecía no respirar. Tal vez estaba muerta.<br />
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En su cabeza bailaban, como en el agua, pedazos de letras de canciones que creía escritas para ella.<br />
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Y lo que el murmullo del agua le dijo esa noche, fue solo para sus oídos.<br />
<br />
Era un secreto que, aunque quería divulgarse. Nadie parecía digno a escuchar.Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-30318578950595406702012-07-20T12:14:00.003-07:002012-07-20T12:14:32.442-07:00Estoy harto de luchar por gente que no me merece, mientras a quien me merece le importa un bledo luchar por mi.Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-8172261156907893152012-07-16T19:46:00.002-07:002012-07-16T19:46:10.629-07:00Bye Sarah...Hoy Sarah Blackwood anunció su salida de The Creepshow, una banda que me eacompañó en mis momentos más difíciles.
Una de sus canciones, Someday, me inspiró lo que considero mi mejor cuento, no porque sea nada original; si no porque me derramé de corazón en él.
La tristeza que me causó la noticia se ve ahora menguada con que Sarah leyó mi comentario en su video, y quiere leer el cuento.
A traducir se ha dicho!
Esta canción es simplemente hermosa...
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/c5-vFrVlMcI?rel=0" width="640"></iframe><br />
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Got a bottle of whisky in my hand<br />
I'm gonna chase that devil for as long as I can<br />
and I know, that kind of love will make a grown man cry<br />
<br />
Well it's hard on your head when every day is a bet<br />
on how long it'll take you just to get out of bed and I know,<br />
that kind of love will make a grown man cry<br />
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Oh and I've, been drowning in love<br />
Oh and I've, been drowning in this love<br />
Oh and I'll, be drowning in this love until the day that I die<br />
<br />
I had to confess that I had stirred up a mess<br />
and that at being your girl I hadn't been the best and I know,<br />
that kind of love will make a grown man cry<br />
<br />
And all because of this you said I pushed to the edge<br />
and then I stood right there and ripped your heart from your chest and I know,<br />
that kind of love will make a grown man crySebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-87531157076710035672012-06-18T22:24:00.002-07:002012-06-18T22:27:10.773-07:00Cruel<a href="http://data.whicdn.com/images/10876958/cute-full-lips-girl-green-lips-photography-Favim.com-53644_large.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="318" src="http://data.whicdn.com/images/10876958/cute-full-lips-girl-green-lips-photography-Favim.com-53644_large.jpg" width="320" /></a>Fuimos hijos de la casualidad... o de la causalidad.<br />
<br />
Yo te pedí una noche que no me pusieras en la lista rosa, tú veías en mis crueldades lo divertido de ser un espectador del circo. Te conozco lo suficiente para saber que tras esa carita aniñada, esos ojos adormilados, esos labios suplicantes, hay monstruos.<br />
<br />
Hoy te respiro un poco de mi blues porque cuando la sensualidad se encuentra con el dolor no hay mejor gemido que el de la harmónica. Recuerdo tus labios abiertos de sangre, tu voz sobre el agua, y los secretos que guardé sosteniéndote en la oscuridad.<br />
<br />
Quisiera que fueras un sueño, que lo siguieras siendo, que no me atormentara el aburrimiento del cambio, de lo que sabía pero me negué a saber.<br />
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Quisiera encontrarte casualmente, que perdieras el bus de nuevo, que me dejaras jugar con tu orgullo una vez más.<br />
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Desearía que dejaras de mirar desde arriba para recordar que antes te reías de lo que eres hoy.<br />
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¿Ya no hay palabras en tus retratos?<br />
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Entonces no habrá más suspiros para ti en mi boca de latón.Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-36450637220974957722012-06-10T17:20:00.001-07:002012-06-10T17:20:12.139-07:00Ay Haley...<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/9s3k5DKP7xI" width="640"></iframe>
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No se por qué, pero verla moverse y cantar como le da la gana me hace sentir bienSebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-81946074885796072092012-03-16T11:09:00.002-07:002012-03-16T12:23:20.357-07:00MiradaEs ver un atardecer pintado a trazos en el cielo. Una gama de rojos violáceos, que aunque no sean nuevos, son definitivamente especiales.<br /><br />El brillo de las nubes, del sol que muere, del sufrimiento pasivo, silencioso, distante.<br /><br />Es un momento sin tiempo mientras no le quites la mirada. Mientras el mundo no te retire de tu trance, la belleza será eterna.<br /><br />No es un cuadro estético, no es una compleja proposición, no es una prefabricada utopía.<br /><br />Es tal como es. Es la simpleza, la naturalidad, el despertar tras un buen sueño y tener que verte golpeado por la triste realidad como primer sonido.<br /><br />Y mi mirada se mantiene fija, no en las pinceladas en el cielo, si no en las montañas a lo lejos.<br /><br />Me intriga como se verá ese cielo de cerca.Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-51475437389486478692012-03-09T22:53:00.008-08:002012-03-09T23:08:36.885-08:00Al otro lado de la media noche<div style="font-size: 100%; font-family: Georgia, serif; line-height: normal; text-align: center; "><img src="http://fc02.deviantart.net/fs70/i/2011/304/d/2/the_color_of_midnight_by_belrok78-d4cp0ow.jpg" border="0" alt="" style="color: rgb(0, 0, 238); text-decoration: underline; display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; cursor: pointer; width: 780px; height: 322px; " /></div><br /><span>Odio estos momentos de la noche<br /><br />en los que siento que me falta un abrazo...<br />en los que añoro esas caricias<br />esos dedos jugando con mi pelo<br />esas mordidas juguetonas en el cuello<br /><br />Odio el frío de la noche pasadas las 12<br />esa caída que cala el alma<br />que tantas veces me ha despertado en las noches solitarias y silenciosas en el bosque<br />que tanto he sentido en mis piernas y mi costado helado<br /><br /><br />Son momentos que deben vivirse en silencio, meditándose a uno mismo,<br />recordando cada sinsabor<br />al otro lado de la media noche, si se está solo, todo suele ser caída</span>Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-26558379499016591732012-02-13T21:57:00.003-08:002012-02-13T23:30:53.441-08:00Atardecer<a href="http://cdn.pimpmyspace.org/media/pms/c/ux/xd/dh/e-kid.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 250px; height: 336px;" src="http://cdn.pimpmyspace.org/media/pms/c/ux/xd/dh/e-kid.jpg" border="0" alt="" /></a><br />Es que me duele un poco.... pero tengo que respirar profundo y hacerme valiente ahí donde fracasé antes.<div><br /></div><div><div><div>Es cuestión de confianza que cierres los ojos, y cuestión de arrojo decirte al oído lo que tu mente narró con otra cadencia noches antes.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div>Éste es el ritmo que marcas en mi</div><div><br /></div><div>Éste es el miedo... Éste el regalo...</div><div><br /></div><div>Es la noche que recae sobre tu timidez.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div>La luz anaranjada de la ciudad, que se me hace tan turbia</div><div><br /></div><div>El ruido que apagan las confesiones.</div><div><br /></div><div>El vaivén de los pies de una niña sentadita en un tronco lanzando piedrecillas a un charco.</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div>Escaparte con una sonrisa, no muy rápido para que pueda alcanzarte...</div><div><br /></div><div>Un beso de nectar para mi llanto dulce y un intercambio de amuletos.</div></div></div><div><br /></div><div>Sentirnos dueños del mundo...</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div>Intercambiar amuletos por miradas</div><div><br /></div><div>Sentirnos niños abandonados</div><div><br /></div><div>Sabernos muertos y aún así sonreir...</div>Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-6736858565403630252012-02-08T23:01:00.000-08:002012-02-08T23:29:16.756-08:00<a href="http://fc09.deviantart.net/fs70/i/2011/294/e/3/red_hair_by_mc_85-d2mpqha.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 600px; height: 896px;" src="http://fc09.deviantart.net/fs70/i/2011/294/e/3/red_hair_by_mc_85-d2mpqha.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><a href="http://fc09.deviantart.net/fs70/i/2011/294/e/3/red_hair_by_mc_85-d2mpqha.jpg"></a><br /><div><br /></div><div>De alguna manera eres una promesa que nunca has musitado<div><br /></div><div>Eres una foto que vi al escribir un blues sin harmónica, una premonición de tímida sonrisa</div><div><br /></div><div>La suavidad de la piel de un conejo blanco, la duda eterna y siempre cambiante</div><div><br /></div><div>Una primera impresión de mil imágenes y ninguna palabra</div><div><br /></div><div>Eres la que me mira cuando <a href="http://www.youtube.com/watch?v=S5386nnK3L4&feature=related">Brandon Boyd</a> canta al fondo, adentro</div><div><br /></div><div>La naturalidad...</div><div><br /></div><div><br /></div><div>Eres el miedo que extrañaba de mis tiempos de caminar cargando un regalo en el bolsillo</div><div><br /></div><div><br /></div><div>Dulce... callada... ausente...</div><div><br /></div><div><br /></div><div>Quisiera rodear tu melodía con la armonía que todavía me falta aprender</div></div>Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-48014054362992748222012-01-27T05:51:00.001-08:002012-01-27T06:00:00.599-08:00Marioneta. Parte 11. Ensueño<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2Pqq1PE1Fzyf9h3FpgxW7UI_WSfiyTlQag_cw-aczy15NhcBj0qKuNgMwzMuS8_UXSLCfbz_fTFgPdFdG_lw8dkRG42chupUvmEeETNgYjbILUe6RMV-e2zr6HC-mC85CRyRUtB98qCc/s1600/Jana__s_Joker_by_yumedust.jpg"></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifdb-bgBW2vg0JMkazjgifyGkExO3dPafi2_nrSqEC1DJAwNeqSHfW97G4wGp5VGLv5XHNzNmKZhWbCWSFymA3QmgQJe99OQnAejUY-DqJwLANalZ4uJE2fU5jlY0aGzCOfEITxQJfiBs/s1600/resized_straight_jacket_250x251.jpg"></a><br /><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwNOIvqxlaxsi4rM3evmQSjyoaCY9QF5ntB12n-oDQdGp1062kHv5GRzkJxK7PzEe5LyMi0jwjAERVIU9duq-yWSPSwvsml3siN1Saf3AhyphenhyphenE1zRB-qUVpRPRf-E8UoAmRKCwA-RyYd35Q/s200/Harley_Quinn__by_o0lilazndemon0o.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5702309320092716034" style="float: right; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 10px; cursor: pointer; width: 134px; height: 200px; " /><div>Los pasos se escuchaban chocando contra el cemento de la entrada del sanatorio, el ruido de puertas tiradas abajo y gritos indistintos arruinaba el trance en el que el shock la había inducido.<br /><br />Las hachas penetraron la puerta, rompieron el vidrio y abrieron las betas de madera hasta que hubo espacio para que los hombres se abrieran paso y sacaran a la psiquiatra de entre las llamas.<br />Parecía muerta. simplemente muerta.<br /><br /><br /><div style="text-align: center; ">* * *<br /><br /><div style="text-align: left; ">La fachada de castillo de la academia Winston-Hill asomó de nuevo esa mañana de entre la bruma, desgarrándola, mientras Harleen bajaba del auto de su conductor designado por la compañía farmacéutica con apenas la motivación suficiente para poner un pié frente al otro.<br /><br />Caminó por la entrada y el patio frontal, ignorando el ajetreo, las pelotas que volaban de un lado a otro, los brillosos aparejos con los que las niñatas ganaban envidia y los ojos del profesorado que juzgaban cada acto.<br /><br />Mientras, Harl solo deseaba que el día acabara sin tener que verlo. Su rostro, su mirada inquietante, sus ademanes justos, precisos... Su histrionismo y sus bonitas sonrisas hacia ella. ¿Podía ser más obvio?</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">Harleen caminó calladita a la fachada trasera del gimnasio. No tardó mucho para que él apareciera... sus pasos parecían flotar, avanzando hacia ella en cámara lenta, sonriendo como si la vida fuera la sensación después de un orgasmo.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">Nada fue dicho. Se besaron, se entrelazaron, se abrazaron con fuerza. Las palabras fluían en un idioma ajeno a los lenguajes y nativo de las lenguas.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">Pero cuando fue tiempo de hablar, la prefecta apareció y espetó sin anestesia.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">- ¡Harleen Quinzel! ¿Qué hace aquí? Con quien habla?</div><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2Pqq1PE1Fzyf9h3FpgxW7UI_WSfiyTlQag_cw-aczy15NhcBj0qKuNgMwzMuS8_UXSLCfbz_fTFgPdFdG_lw8dkRG42chupUvmEeETNgYjbILUe6RMV-e2zr6HC-mC85CRyRUtB98qCc/s200/Jana__s_Joker_by_yumedust.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5702311169371292914" style="color: rgb(0, 0, 238); text-align: left; text-decoration: underline; float: right; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 10px; cursor: pointer; width: 148px; height: 200px; " /><br class="Apple-interchange-newline"><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">Caída libre.... No había nadie ahí con ella. Sus besos los daba al aire, sus caricias las recibía el muro. Antes de Mr J, para Harley los besos eran como el café. Sabían mejor los que preparaba en su cabeza.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">La prefecta se puso furibunda por algo que debió asustarla, los estudiantes se volvieron un fastidio cuando nunca debieron enterarse; sus padres hicieron escándalo cuando debieron hablarlo con ella como la niña que era.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">Y Harleen entendió que todo el mundo tenía que guardarse cosas, pero ella tenía que encerrarse entera y hacerse un disfraz con papel blanco de presentación de hoja de vida, letra cursiva y perfume caro.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><span style="text-align: center; ">Adiós</span> pequeña. No me odies por querer que no me odien.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div><br /></div><div>* * *</div><div><br /></div><div style="text-align: left; ">- Se lo digo... No sé como escapó... Yo estaba tomando una siesta en la tina cuando vi algo moverse por un segundo... lo siguiente que recuerdo es tratar de salir y quemarme la mano con el picaporte...<br /><br />El reporte indicaba que la doctora Quinzel había sufrido intoxicación por dióxido de carbono gracias al fuego en un espacio cerrado, tenía una leve contusión y una quemadura en la mano.<br /><br /></div><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifdb-bgBW2vg0JMkazjgifyGkExO3dPafi2_nrSqEC1DJAwNeqSHfW97G4wGp5VGLv5XHNzNmKZhWbCWSFymA3QmgQJe99OQnAejUY-DqJwLANalZ4uJE2fU5jlY0aGzCOfEITxQJfiBs/s200/resized_straight_jacket_250x251.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5702310207012561090" style="color: rgb(0, 0, 238); text-align: left; text-decoration: underline; float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 199px; height: 200px; " /><div style="text-align: left; ">El payaso no aparecía por ningún lado, Su celda no estaba forzada, no había video alguno en la sala de seguridad; y ningún guardia había visto a un preso con camisa de fuerza cruzar la puerta que estaba limpiamente abierta y con la llave en el candado.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">Una patrulla de policía llevó a Harleen a su residencia, dos agentes registraron la vivienda por seguridad, y la dejaron sentada en su cama.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">- Este es mi número - Dijo uno de los agentes. Apenas notaba que su piel era oscura y era tan alto que apenas podía caminar por la casa sin quebrar las bombillas. - El comisionado insiste en que mantengamos vigilancia las 24 horas. EN la mañana se reportarán los oficiales que harán la primera guardia diurna. No dude en llamarnos si algo ocurre.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">- Y... -Musitó dulce y queda - ¿Si quiero que me traigan a mi pastelito?</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">- No hay problema, señora Quinzel. Podemos traerle pastelitos si teme salir.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">Y efectivamente, le trajeron pastelitos al otro día... Pero no de los que sacaban sonrisas.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE0JgZP-0fsKQ9xrPrQpY8ar6hmyfJYZtbT1ZacbWrUFzgI1a1ZQKbgzWupEMzUb-_u6DGj2ejGx1WbHVZ1Ryyd-BaGejqgkzYnqxPfaAmppbRq5qU8522-76rvvmVgRnn9nwKp_Ivd0A/s200/Harley_quinn_by_Nexogure.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5702309969323010514" style="color: rgb(0, 0, 238); text-align: left; text-decoration: underline; float: right; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 10px; cursor: pointer; width: 164px; height: 200px; " /><br class="Apple-interchange-newline"><div style="text-align: left; ">Harleen cayó en un típico cuadro depresivo. Solo pedía comida preparada. Su paladar le exigía variar cada noche, pero al acabar la receta era la misma. Dulces por montones, una película clásica violenta o de terror, y un pote de helado personal.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">Esa noche la elección era Romper Stomper. Era delicioso ver a un atarbán tan sexy como Russell Crowe reduciendo a batazos a negros y asiáticos mientras se devoraba un potecito de Häagen Dazs de chocolate con algo rico... El sueño la alcanzó cerca del final de la película, pero la crueldad continuó dentro de su cabecita.<br /><br /><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdePXH9xEdJVDlKWuRO7A-MT16IRrATthCO4QvLQX5Lkv3R-2NtNZunO7lbVWexnlMyvn9li94ZNoEaE1GtAQeDa0tdxCqA7RJ7bfW0Jbkaxv7FoVhTgtTTLiW-fubWu7xDoeubTP5LYY/s200/Harley_Quinn_by_BulletMistress.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5702309880078901282" style="color: rgb(0, 0, 238); text-decoration: underline; float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 174px; height: 200px; " /><br class="Apple-interchange-newline">Sus manos nuevamente se pasearon por su cuerpo, Su voz subterránea y siseante se derramó haciéndole cosquillas en las orejas, y cada una de sus acciones le hizo estremecerse, curvar su espalda y morderse los labios. El sudor se agolpó bajo el camisón de satén negro con encajes rosa, y en el instante en el que la consciencia le sugirió que podía no estar soñando sus caricias, se levantó de golpe tratando de tomar su carita alargada entre sus manos y mirarlo con sus ojos tristes.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">Pero nadie estaba ahí.</div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">Desconsolada, tomó su pote de helado para encontrarlo vacío... Y con una marca de labial rojo en el borde por el que se había sorbido el helado derretido.</div></div></div>Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-86413750961120531312011-07-06T22:18:00.000-07:002011-07-06T23:41:22.059-07:00Yo la conozco<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZUHuGJuvMnOEK_RYeQL_OqWwP1tvzIhNPd8nJ_rBUlU6XI06WWpfwXbvCLL_7734uT73V9HNvYv13ADNCe40bMBsUYFpZD8qMvCL6F2i4rfOfm7YwYlinzTcngDzQxZzfYkXditwRALY/s1600/Friends_by_extraordinary_boy.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 314px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZUHuGJuvMnOEK_RYeQL_OqWwP1tvzIhNPd8nJ_rBUlU6XI06WWpfwXbvCLL_7734uT73V9HNvYv13ADNCe40bMBsUYFpZD8qMvCL6F2i4rfOfm7YwYlinzTcngDzQxZzfYkXditwRALY/s400/Friends_by_extraordinary_boy.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5626495512394797170" border="0" /></a><br />Yo conozco a alguien que si pudiera dormiría tanto como los gatos.<br /><br />Manga larga, bien cubierta, guardada siempre por si llueve. Y es que bajo sus costillas es invierno.<br /><br />Le encanta Maria Antonieta, habría disfrutado en los zapatitos de Erzebeth, y habría sido la felíz esposa de su primo valaco.<br /><br />Yo conozco a alguien que es una guía del autostopista onírico, pero tiene problemas para que sus sueños se mantengan bien puestecitos.<br /><br />Yo conozco a una niña que urde los planes más macabros junto a Cupido, los discute con Cirse y los materializa en un aquelarre de una sola bailarina.<br /><br />Conozco a esa que cuando se conecta con su identidad danza acentuando sus movimientos para estar conciente de que vive, de que es una mujer completa y no el pedacito de persona que se siente tras haberle dedicado todo a alguien que resultó con nada.<br /><br />Conozco a una Rapunzel moderna que vive encerrada por una madre sobreprotectora que le permite ir a la universidad.<br /><br />Yo la conozco, y ella entiende que las cicatrices son las raíces que echaste en el pasado, y que mientras más tinta llevan es porque la guardan bajo la piel para contar historias más complejas que un cuento con un solo narrador.<br /><br />Yo no se bien quien es ella. Pero ojalá mañana pudiera abrazarla y decirle que sin sus palabras tal vez no habría llegado al punto en el que ahora estoy.<br /><br />Mis Nueve Nobles Virtudes a tu servicio, y si las cosas salen como las deseo para vos, al servicio de tus hijos.<br /><br /><br /><br />Por lo menos esta noche te cuido yo...Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-84067909549935828082011-06-19T17:34:00.000-07:002011-12-18T21:15:21.227-08:00Cuentos de amores paralelos. La Frontera<span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 238); -webkit-text-decorations-in-effect: underline; "></span><div><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="-webkit-text-decorations-in-effect: underline; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6sh-bnH190agYgHkdtVEDqznJlN8FytBObHd__TLKH7MexeNcL03ZIGJERRmxLqfmSNZqrpOpUmqQKpC2hxB7R90QMaa7UpY3U5m6fqneS080D_aiHFAkarSABfdEeU4OOvheu3ezLfc/s1600/1971-Dodge-Challenger-RT-Muscle-Car-By-Modern-Muscle-Side-Angle-1024x768.jpg" border="0" alt="" style="float: right; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 10px; cursor: pointer; width: 512px; height: 384px; " /></span></span></div><div><span class="Apple-style-span"><br /></span><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6sh-bnH190agYgHkdtVEDqznJlN8FytBObHd__TLKH7MexeNcL03ZIGJERRmxLqfmSNZqrpOpUmqQKpC2hxB7R90QMaa7UpY3U5m6fqneS080D_aiHFAkarSABfdEeU4OOvheu3ezLfc/s1600/1971-Dodge-Challenger-RT-Muscle-Car-By-Modern-Muscle-Side-Angle-1024x768.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"></a><div><span class="Apple-style-span"><br /></span><a href="http://danl0118.edublogs.org/files/2009/03/finished_varsity_jackets.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"></a><br /><br /><a href="http://images.cheezburger.com/completestore/2010/4/26/129168051680652208.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"></a><br /><a href="http://profile.ak.fbcdn.net/hprofile-ak-snc4/50254_120475587973228_5600628_n.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"></a><br /><a href="http://www.dscuento.com/wp-content/uploads/2011/08/34-200.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"></a><br /><a href="http://www.trueswords.com/images/prod/spring_assist_stiletto_wood.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"></a><br /><div style="text-align: center;"><br /></div><a href="http://www.automotiveaddicts.com/wp-content/uploads/2009/02/high-speed-chase-police-car-flips-over.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"></a><blockquote></blockquote>(Inspirado en la canción <span style="font-style: italic; ">Someday</span> de <span style="font-style: italic; ">The Creepshow</span>)<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/JHyyD7kTtls" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div><div><br /></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span">(Por favor escúchame en otra pestaña)</span></div><br />Las llantas del Dodge Challenger chirriaron contra el tenso asfalto, la negra línea estirada a través de Estados Unidos dejaba ver en lo oscuro de la noche el control fronterizo canadiense que interrumpía su camino a la libertad.<div><br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 238); -webkit-text-decorations-in-effect: underline; "><img src="http://www.automotiveaddicts.com/wp-content/uploads/2009/02/high-speed-chase-police-car-flips-over.jpg" border="0" alt="" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 498px; height: 313px; " /></span><div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span"><br /></span></div>Alice puso su manita sobre el puño que agarraba fuerte la palanca de cambios, se miraron por un segundo, y en los ojos del otro encontraron la fuerza para sobrellevar lo que fuera.<br /><br />El auto rugía empujándose sobre el asfalto a 95 mph, cuando de repente se encendió en la oscuridad una sirena, luego otra, otra y otra hasta que la vía se veía bloqueada por una decena de autos de la policía.<br /><br />Pero no tenían miedo. Estaban juntos, y sabían que ni la muerte podría separarlos.<br /><br />Fred aceleró, y el plomo comenzó a llover.<br /><br /><br /><div style="text-align: center; ">* * *<br /><br /><div style="text-align: left; "><br />Fred nació en Leavenworth, Kansas. Un pueblo cualquiera en la panera de EEUU. Fue el hermano menor de dos niños en un matrimonio de clase media-baja, vivía en una de esas zonas del pueblo que antes habían albergado a las familias pudientes, pero que ahora valoraban el suelo con precios por el piso. Vivió su infancia soñando no ver más campos de trigo en su vida.<br /><br />Frederick, nombre que le puso su madre, nunca fue un estudiante brillante, pero durante su infancia fue un niño cálido y cariñoso.<br /><br />Cuando él tenía 11 años su madre tuvo un extraño arranque de libertad y decidió viajar en busca de mundo.<br />Margaret se escabulló una noche de su cama, se dirigió a la habitación de sus hijos, y tras darles un beso en la frente a cada uno y dejarles una nota que decía que regresaría en unos meses, tomó la maleta que había escondido en el closet y salió de su casa en silencio con el dinero que venía ahorrando para comprarse un gimnasio en casa.<br />Caminó hasta la casa de una amiga, quien luego de que ser convencida llevó a Margaret hasta la terminal de buses. Subió al que estaba más próximo a salir, y nadie más supo otra vez de ella.<br /><br />Esa misma noche Alice dormía tranquila en su cama. Hija única, despertó la mañana del domingo para su desayuno semanal de pancakes en casa.<br />Alice era una niña en extremo inteligente. Los profesores del jardín la describían como brillante y callada, y ya a los seis consideraban que sería brillante en lo que hiciera.<br /></div></div><div style="text-align: center; "><div style="text-align: left; "><br />Alice y Fred. Ya de 11 y 16, estudiaban la primaria y a la secundaria cada uno. Y mientras ella sacaba buenas calificaciones y no veía mucho de bueno en lo sociables y habladoras que eran el resto de sus compañeras, Fred recibía el abuso de los deportistas de su curso cada que cruzaba un pasillo.<br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 238); -webkit-text-decorations-in-effect: underline; "><img src="http://danl0118.edublogs.org/files/2009/03/finished_varsity_jackets.jpg" border="0" alt="" style="float: right; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 10px; cursor: pointer; width: 380px; height: 360px; " /></span>Esperando afuera de la siguente clase, que el flaco y desarreglado Fred pasara frente a ellos era suficiente para que lo arrinconaran contra un muro y le dieran palmadas en la cara hasta que se hartaran.<br /><br />- Cávate un hueco, perdedor - Le espetó el capitan del equipo de lucha, concluyendo su frase con un esputo que cayó en su nuca. Y con esta firma continuó su abuso hasta que los días de escuela terminaron.<br /><br />En próximos años, mientras ese jóven se hacía capitán del equipo de lucha y del de football, Fred se enfocaba en clases de mecánica, y desarrolló un gran amor por los muscle cars. Pronto su sueño incluía ir en un Dodge Challenger o un Thunderbird por todos los estados sin mirar nunca atrás.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/kkbrCSpn7fQ" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0); ">(No importa donde llevas la canción anterior, por favor párala y escúchame)</span></div><br />A los 13 Alice pisó por primera vez la secundaria. Asustada por lo que había oído de lo dificil que era vivirla, y sin haber cultivado amistades fuertes durante la primaria, sintió más que nunca la soledad. Esto la convirtió en una chica casera, y la apegó a su familia más de lo que ya lo estaba.<br /><br />Alice y Fred se conocieron por casualidad un día que las mesas parecían estar todas ocupadas, y cuando él levantó su mirada y vió a la pobre niña rubia sosteniendo su pesada bandeja y sin donde sentarse, abrió espacio en la mesa y le asintió.<br /><br />Frederick no era exactamente alguien cálido, pero era su manera de escudarse de la falta de cariño que sufrió por la ausencia de una figura materna. Mientras su padre trabajaba duro llevando bienes de un lado al otro del país para poner comida en la mesa, él quedó al cuidado de su hermano mayor; quien ante tales libertades en plena adolescencia aprovechaba para estar muy poco en su casa y mucho en cualquier otra parte.<br />Mientras por dentro moría por el cariño más puro e infantil, por fuera posaba una coraza de hostilidad, sarcasmo y risa.<br /><br />Pero Alice pareció no verla. Por el contrario y pese a su diferencia de edad, comenzaron a pasar sus recreos juntos. Ninguno de los dos parecía recordar de qué hablaban, pero nunca se habían entendido tan bien con nadie.<br /><br />Las burlas no tardaron en llegar, y mientras a Alice sus compañeras la hostigaban diciéndole que tenía pésimo gusto para los novios y que era muy mayor, a Fred lo golpeaban en el pasillo acusándolo de salir con una niña pequeña. Los dos aguantaban con resignación el maltrato, pero no dejaron de verse.<br /><br />El año escolar estaba a menos de un mes de terminar, las vacaciones de verano se acercaban y Fred le contaba a Alice sobre como tomaría su bicicleta para ir a visitarla a diario, y sobre los hermosos lugares secretos que conocía regados por la campiña. Alice regresó sonriente a su casa, para encontrarse a su madre en el sillón llorando mientras su mano tensa no podía soltar un teléfono que había dejado de dar tono hacía ya rato.<br /><br />Su padre había muerto en un accidente de tránsito. Su madre nunca le contó la historia completa, pero Alice supo que papá regresaba de Kansas City luego de haber hecho un buen negocio, y en su afán de ver a sus niñas condujo más de lo que debía, y soñar lo mató.<br /><br />Las dos quedaron destrozadas por la noticia, pero Alice se sintió aún peor cuando su madre decidió que se mudaría a Canada por una oferta de trabajo. En menos de una semana ella había pasado de ser una niña felíz que esperaba pasar el verano jugando con pistolas de agua a una muchachita sombría que no parecía responder ni a su mejor amigo.<br /><br />Primer día de vacaciones. Alice empacaba en el auto sus maletas para dirigirse al aeropuerto. Con un suspiro miró su reflejo en la ventana del baúl del auto, era la primera vez que se veía ojeras... Subió al asiento del copiloto y el auto arrancó. Varias cuadras después creyó verlo, con su pelo desordenado al aire, la camisa a cuadros sudada como nunca, y dando vueltas por su barrio buscándola. Nunca le dió la dirección exacta, ahora lo recordaba.<br /><br />Alice se asentó en un bonito barrio de Montreal, su madre plantó un jardín que cuidaba para distraerse, y fue a una escuela mejor que la que había en Leavenworth. Pero nunca pareció volver a sonreír de la misma manera.<br /><br /><br /><br />Los años pasaron. Fred no encontró reemplazo para quien lo escuchaba cada tarde, y los abusos de sus compañeros empeoraron mientras más cerca estaba de acabarse el último grado. Escupirle en el cuello al empujarlo lejos se volvió la firma de un claro mensaje.<br /><br />Frederick ya optaba por no usar su locker para evitar encontrarlos en los pasillos, y reprimiendo su ira por miedo a desatarla, aguantó impotente hasta su graduación. Luego de concluida la sosa ceremonia Fred decidió caminar de vuelta a casa para ahogar sus pensamientos en la necesidad de controlar el poner un pié frente al otro, pero por la misma calle pasaron celebrando en un auto los ex-deportistas recien graduados, y decidiendo ponerle broche de oro ya que creían que nunca volverían a verlo, frenaron en seco unos metros adelante, bajaron del auto y corrieron a inmovilizarlo.<br />Ninguno pensó en qué hacer, por lo que todos parecieron estar instintivamente de acuerdo en golpearlo. Pero Fred no aguantó más, y luego de patearle la espinilla a uno y lograr soltarse, logró colarle un único puño al capitán justo en el ojo. Lo siguiente que sintió fue como si llovieran piedras, por horas. No fueron sino segundos, pero el dolor se quedaría con él largo tiempo.<br /><br /><br /><br /><div style="text-align: center; ">* * *<br /><br /><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/SGBYh-f7Tps" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe><br /><br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0); ">(Seguro ya entendiste el método)</span><br /><br /><div style="text-align: left; ">Alice regresó distinta. Apenas había cumplido los 17 hace poco, y en su infantil soledad se había remoldeado para acomodarse al mejor prospecto de vida y felicidad que ofrecía su ambiente.<br /><br />Ser una niña popular no fue difícil. Comprar la ropa correcta, ver los mismos programas de televisión, salir a los mismos lugares que ellas y al final no contradecir nada de lo que nadie dijera. El camino estaba trazado, ella solo debía seguirlo.<br /><br />Así que cuando Alice volvió a Leavenworth, con su madre con luto elaborado y con una nueva forma de vivir, ni siquiera recordaba quién era Fred. Todavía le quedaba un año de secundaria, y estaba decidida a hacerlo el más felíz de todos.<br /><br />En la ilusión lo fue. Vivía en una burbuja en la que creía que su mundo perfecto nunca iba a acabar, hasta que en una fiesta en casa de una de sus amigas, cuyos padres se tomaban un tiempo para reencontrarse, un trago de más y un hombre con menos fueron suficientemente agudos para reventar su burbuja.<br /><br />Él era una de las estrellas del equipo de Basket, y sin duda pensaba que no había en el mundo nada mejor que él. Ella no sabía como la habitación se había vaciado, y por qué ella estaba aprisionada entre un sofá y un adolecente con hormonas desbordadas.<br /><br />Ella le pidió que se bajara, él supuso que se hacía la difícil. Ella insistió, él tomó su carita en sus manos. Ella le dió un beso y él bajó su boca hasta el cuello. Ella trató de alejarlo, él solo pensaba en él. Ella manoteó, gimió y pataleó, él entró, bufó, terminó y se tendío.<br /><br />...<br /><br />Ella lloró en silencio mientras él contaba a sus amigos al siguiente día su útimo logro.<br /><br /><br />Fue entonces cuando ella se recordó a sí misma, y con ello recordó a su viejo amigo, su pelo desordenado, su bicicleta y su mirada triste bajo el ceño fruncido.<br /></div></div><br />¿Pero cómo encontrarlo? Nunca supo donde vivía, y aún si lo supiera eso no aseguraba que todavía la recordara.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/se9TJ4QactU" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0); ">(Disfrútame)</span></div><br />Se acercaban los 18 de Alice. Una mañana mientras subía a su auto los víveres comprados en <span style="font-style: italic; ">Aldi</span>, un hosco motor ronroneó a su lado. Ella no sabía bien que auto era, pero tenía estilo. Apagado el auto se abrió la puerta del conductor. Las botas de trabajo negras hacían crujir las hojas bajo sus pasos. Una hoja voló en el viento y se alojó en un pliegue de la camisa roja a cuadros. Él la tomó del tallo, la "hojeó" por un momento y luego, cuando el viento volvió a soplar, la liberó.<br /><br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 238); -webkit-text-decorations-in-effect: underline; "><img src="http://www.dscuento.com/wp-content/uploads/2011/08/34-200.jpg" border="0" alt="" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 640px; height: 480px; " /></span><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; "><br /></div><div style="text-align: left; ">- ¿... Fred?- murmuró Alice tímidamente. Frederick se volteó hacia ella en la inconsciencia del momento. Su pelo estaba más largo, su rostro más marcado por ojeras y un par de cicatrices, pero bajo el seño fruncido sus ojos seguían tristes y aniñados.<br /><br />Alice soltó las bolsas que le quedaban en las manos y corrió a abrazarlo. Él la recibió con un abrazo y la levantó, dándole vueltas mientras su pelo suelto dibujaba espirales en el aire atrapando solo las hojas más hermosas.<br /><br /><br />Un mes transcurrió como si los relojes los hubieran echado a una copa de vino. Alice y Fred revivieron su infancia, soñaron sobre tiempos que ya se habían gastado, caminaron los caminos a los lugares secretos que ya ni existían, y a ojos cerrados la silenciosa Leavenworth pareció un cuento de hadas y gitanos escrito a dos manos.<br /><br />Un día, en vez de hacer que el Dodge negro ronroneara frente a su casa, Fred cruzó el jardín y tocó la puerta.<br />Alice abrió la puerta descalsa, las botas de los jeans pisadas bajo los talones, y con un buso de capucha azul mal puesto sobre su camiseta blanca. De un tirón la sacó del porche y la llevó hasta el jardín. Ahí, recostada sobre la grama se encontraba la bicicleta que los habría llevado hace cinco años a donde fuera que lo soñaran.<br /><br />Calle abajo rodaron los dos. Alice sentada sobre el manubrio y con sus piesecitos apenas alcanzando las barras en el eje de la rueda, reía a carcajadas mientras su pelo volaba enredándose con el de Fred. Él más que pedalear controlaba la velocidad frenando, pero poco a poco los dos se fueron soltando hasta liberar completamente los frenos. Como en los viejos tiempos, confiaban completamente el uno en el otro.<br /><br />Metidos en la campiña del camino que llevaba a una de las tantas cárceles del pueblo que había albergado a Perry Smith y Dick Hickock, Alice descansaba su cabeza sobre el pecho de Fred. su memte perdida en el retumbar de sus latidos, su cuerpo tan relajado como la grama al viento, y su corazón que sin decírselo se iba acompasando al de Frederick.<br /><br />Fred se sentó, levantándola tiernamente consigo, y perdido en un trance trató de quitarle tiernamente de su rostro las últimas sombras que dibujaba el sol del atardecer a través del follaje. Su corazón latía tan fuerte que ella podía escucharlo por encima del viento y los autos que pasaban lejanos. Les faltaba el aire, en una sensación de perpetua, calma, pero vertiginosa caída, los dos se dejaron llevar por la marea hacia sus labios. Las toscas manos se hicieron dulces. Las tiernas manos, temblorosas. Y en un beso todo hecho piel los dos se perdieron haciéndose uno en un nudo blanco de una sola hebra que en medio de la oscuridad parecía cerrarse uniéndolos.<br /><br />Se amaron sin percatarse, sin remedio, sin razones, sin barreras. Y se amaron hasta que el celoso sol asomó para recordarles que existía un mundo más allá de ellos dos.<br /><br /><br /></div></div>Como era de esperarse, la policía buscaba a Alice por desaparición. Nada apuntaba a Fred porque Alice nunca le había hablado a su madre de él, pero su preocupación fue tal que por casi un mes Alice vivó encerrada en su casa.<br /><br />Al día siguiente, mientras su madre estaba en el trabajo, Fred tocó a la puerta. Alice no tenía ya las llaves de su puerta, pero hablaron casi 4 horas a través de la puerta, espalda contra espalda. Un papel que pasaba bajo la puerta, y por primera vez en tantos años tuvieron el mail del otro.<br /><br />Hablaban cada noche, compartiendo cosas y masacrándose a preguntas hasta que alrededor de las 3:00 am Fred caía dormido de la nada.<br /><br />Fred lograba distraer a Alice de sus tristezas con ternura y chistes tontos, pero una noche la depresión fue tan fuerte que él no pudo levantarla con nada.<br /><br />La conversación se hizo tensionante. Él se frustraba, por no poder ayudarla, ella se sentía culpable por el dolor de los dos, y cada mal recuerdo le caía sobre el pecho aplastándola de a pocos, hasta que la presión fue tal que Alice explotó, y entre las muchas cosas que dijo le contó a Fred de aquel jugador de Basket.<br /><br /><div style="text-align: center;"><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/IStlBOX9F4o" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div><div><br /></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0); ">(Escúchame)</span></div><br />Frederick no durmió. Su mente se mantuvo activa durante toda la noche pensando mil veces en lo poco que sabía que pasó... pero aunque lo que le dijo fuera apenas una aguja, lo hería como si una lanza le atravesara el vientre.<br /><br />Frederick no durmió. Al siguiente día Alice lo llamó en la tarde para decirle que por fin podían verse, que su madre había levantado su castigo, y en menos de lo que terminaría su última frase Frederick ya tenía su Challenger en la puerta.<br /><br /><br />Alice subió al auto, saltó a abrazarlo y lo besó tiernamente, pero él apenas respondió tomando su carita en sus manos y besándo su frente, luego le pidió que se pusiera el cinturón y arrancó el auto.<br /><br />No tuvo que conducir muy lejos. Fred detuvo el auto con calma, miró unos segundos hacia la casa, y sin decir una palabra bajó a la acera. A Alice le tomó unos momentos más darse cuenta que estaba frente a la casa de quien la había herido.<br /><br />Trató por todos los medios de librarse del cinturón de seguridad, pero le era imposible quitárselo.<br /><br />Fred tocó la puerta de la casa, y en cuanto el desventurado tuvo la mala suerte de hablar, lo tomó del cuello de la camisa, le estampó dos pesados puños en la cara y lo arrastró hasta el auto. Aunque la hermosa casa estaba llena de ventanas en la fachada blanca y pulida, nadie pareció asomar, siquiera percatarse de lo que pasaba; y medio noqueado como estaba, a Frederick no le fue difícil levantarlo con sus brazos de mecánico y apretujarlo en el baúl.<br /><br />Alice estaba escandalizada dentro del auto, gritaba, manoteaba, bufaba y preguntaba mil cosas sin que ninguna tuviera sentido. Fred tuvo con mirarla a los ojos para calmarla, encendió la radio del Dodge y arrancó.<br /><br /><div>A los pocos minutos Alice no sabía ni en qué dirección de su casa estaba. Frederick conducía tan tranquilo como si fuera de paseo por el campo, y por primera vez Alice vió como sacaba de la guantera una cajetilla de cigarrillos nueva, la abría, se llevaba el cigarro a la boca y lo encendía en tres bocanadas.<br /><br />Sosteniendo el cigarro como si se cubriera la boca con la mano completa, Fred dirigió el auto por un camino sin pavimentar por unos 20 minutos.<br /><br />Tras apagar el motor, y darse unas últimas bocanadas, Fred lanzó lejos la colilla para luego abrir un stiletto y mover un par de cosas en la cerradura del cinturón de seguridad de Alice. La pobre palideció en cuanto vió la navaja abrirse, pero tras retirarse la cinta de encima de su pecho, abrió la puerta y se paró afuera del auto con los brazos cruzados y las manos sobre sus hombros... Tenía miedo, pero también mucha curiosidad.<br /><br />Ahora dejando salir un poco de ira, Fred abrió de golpe la cajuela.<br /><br />- ¡Hijo de P...! - Desesperado el prisionero trató de estamparle un puño en el rostro, pero Fred hizo espacio, lo agarró del brazo y lo haló fuera.<br /><br />El golpe contra la tierra pronto le pareció poca cosa, pues en cuanto trató de levantarse, Fred lo tomó de los hombros, lo puso en pié, y sosteniéndolo firme con la izquierda conectó tres golpes en su rostro. La naríz le sangraba, veía borroso por un ojo, y sentía que el mundo le daba vueltas... Habría jurado que el cielo tenía un tono purpúreo.<br /><br />- ¿Ésta es la basura que te hizo daño?<br /></div><div><br />Con la cara dañada como la tenía, miró a Alice tratando de ganarse su piedad. Alice no respondió.<br /><br />- ¡Dime, mierda! ¿Es este el prepuberto borracho que te tocó?<br /><br />Pero ella seguía en silencio. Fred lo llevó a sus rodillas y tomándolo del pelo dirigió su rostro hacia el de su amor.<br /><br />- Alice... mi cielo... ¿Es él quien se propasó contigo aunque bien sabía que no querías? ¿Es él quien te violó?<br /><br />Y con esas palabras, su mirada cambió. En vez de los brillantes ojos que adornaban su pecosa carita, el semblante se oscureció y la crueldad se transmitió a través de ella.<br /><br />- Sí... Él fue... Él me hizo daño.<br /><br />Las palabras fueron magia. Fred lo levantó de nuevo por los hombros, y tras un rodillaso que hizo traquear sus costillas, lo aventó por el aire.<br /><br />- A...lice... Por favor... - Mascuyó el hombre en cuanto pudo tomar aire, pero Fred estaba pronto a su lado, y un segundo después, Alice colgada de su brazo miraba hacia abajo con una tímida sonrisa.<br /><br />- ¿Qué quieres que haga con él, cariño?<br /><br />En sus ojos, tendido sobre el pasto, el terror era visible incluso a través de la sangre. Pronto intentó decir algo, pero un puntapié al costado lo silenció en un aullido.<br /><br />- Quiero... - Murmuró Alice, y pronto una risa macabra y amplia se pintó en su linda carita - Quiero que lo golpees hasta que no pueda moverse más.<br /><br />Aunque subió sus manos tratando de detenerlo, Fred lo pisoteó como si fuera una inmensa cucaracha hasta que no pudo protegerse más con sus brazos, fué entonces cuando lo levantó de nuevo, lo golpeó al vientre como si fuera un saco de boxeo, le dió unos cuantos puños más en la cara, y lo terminó con un par de rodillazos más en los costados. Cayó simplemente desplomado. Frederick lo pateó entonces hasta que no pudo mantenerse más en posición fetal. Un débil llanto se oyó venir como debajo de la tierra, y Alice lo movió con el pié hasta tenderlo boca abajo.<br /><br />Entonces el recuerdo se apoderó de ella... El no poder respirar con la cara hundida entre la cojinería, la piel sudorosa, el aliento etílico sobre su mejilla, las manos desesperadas... El recuerdo se acumuló de tal manera que un susurro pasó por sus oídos, y Alice escuchó.<br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 238); -webkit-text-decorations-in-effect: underline; "><img src="http://www.trueswords.com/images/prod/spring_assist_stiletto_wood.jpg" border="0" alt="" style="float: right; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 10px; cursor: pointer; width: 200px; height: 200px; " /></span></div><div><span class="Apple-style-span"><br /></span>- Fred... Dame la navaja.<br /><br />Fred dió un paso al frente, escupió en la nuca de lo que quedaba de hombre, y le entregó el acero a su querida. Alice se sentó en su espalda, la abrió con calma, y preguntó a su oído.<br /><br />- ¿Es cierto lo que le dijiste a tus amigotes? ¿Te pareció que gemí como una perra? ¿AH?<br /><br />Él lloriqueó más fuerte, negando con la cabeza. Fue entonces cuando Alice le hundió el rostro contra la tierra, levantó la navaja, y la clavó hasta el mango haciendo que se le arqueara la espalda y le temblaran los pies al medio hombre.<br /><br />Por un momento, Alice se sintió extraña... como si asimilara la sensación de hundir el acero en la carne, como recordando el agudo gemido, el movimiento de su víctima... el lloriqueo que se desvanecía. Y de un instante a otro sacó la hoja y repitió el movimiento frenéticamente. Su rostro era un dual rictus de ira y felicidad, y si la locura tuviera cara, sería esa su imagen.<br /><br />Alice lo apuñaló, y apuñaló, y apuñaló hasta que el cuerpo estaba inerte, y a través de la camiseta del equipo y el buso de deportista se colaba la sangre que teñía el pasto. Mientras lo hacía recordaba como él tambien hundió su cara contra el sofá, presionando su cuerpecito, hundiendo una daga en sus entrañas sin escatimar fuerza, hambre ni crueldad...<br /><br />No se detuvo hasta la navaja encajó en algo dentro del cadaver, y su meñique se resbaló hacia la hoja tajándole la carne.<br /><br />Alice se levantó como en un trance... Fred corrió al verla sostener su manita, y con ternura envolvió su dedito y luego su mano con la pañoleta que guardaba en el bolsillo de la chaqueta. Los dos se miraron, y sin tener que decir nada, se lanzaron uno encima del otro en un beso que parecía comerles la piel.<br /><br />Las prendas fueron cayendo camino al auto, y sobre el asiento inclinado del copiloto, los asesinos se amaron como caníbales.<br /><br /></div><div><br /></div><div style="text-align: center;"><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/Uu0boTPS0fo" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div><div><br /></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0); ">(Por favor escúchame)</span></div><div><br /></div><div>Al joven lo reportaron desaparecido la mañana siguiente, Lo distante y frío de su núcleo familiar hizo que ni padres ni hermana notaran su ausencia hasta que el sol de elevó y los planos zapatos de baloncesto no chirriaron escaleras abajo para devorarse un par de pop tarts con huevos revueltos; el menú con el que desayunaba desde muy pequeño.</div><div><br /></div><div>Aunque legalmente se requirieran 48 horas de desaparecido, lo pequeño y tranquilo del pueblo puso casi a todo el pie de fuerza sobre esta búsqueda, pero 4 días despues el sitio perdido de Fred seguía custodiando el cadaver. Estaba pudriéndose ya, lo habian mordisqeado zorros y ratas, pero todavía ningún agente se ponía el sombrero sobre el pecho para rezar y darle un adiós en paz.</div><div><br /></div><div>No hay mucho que decir de los días que siguieron. Ellos no notaron el cambio, pero a su alrededor para nadie era un secreto que ya no eran los mismos.</div><div><br /></div><div>Alice llegaba tarde a su casa, a duras penas escuchando los reclamos de su madre. Se encerraba por horas en su cuarto, jugaba con la navaja, la pasaba por encima de su piel imaginando como se sentiría al romper la piel, recordando como se sintió cuando su carne lo abrazó, sus ojos se cerraron abriéndose al otro lado, y su aliento fue robado por la noche que cobra el amor con sangre.</div><div><br /></div><div>Fred dedicaba poco tiempo ahora a la mecánica. Sus ahorros se fueron en flores, chocolates, gasolina, detalles simples y un par de armas de fuego. Su ausente hermano por primera vez le preguntó si estaba bien, a lo que Frederick respondió con la sonrisa más sincera que nunca había estado mejor, pero que tenía mucho qué hacer.</div><div><br /></div><div>Frederick pasaba a recojerla cada tarde a las 3 en punto, Alice corría afuera de su casa azotando la puerta, subía al auto, lo besaba con una imborrable sonrisa y los dos dejaban que el vértigo del motor halándolos hacia adelante subiera el beso hasta las nubes.</div><div><br /></div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 238); -webkit-text-decorations-in-effect: underline; "><img src="http://profile.ak.fbcdn.net/hprofile-ak-snc4/50254_120475587973228_5600628_n.jpg" border="0" alt="" style="float: right; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 10px; cursor: pointer; width: 200px; height: 207px; " /></span><div>En los siguientes días los dos perfeccionaron su manera de matar. La ira momentánea se transformó en odio al arquetipo del <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Jock_(athlete)">Jock</a>, y Alice se convirtió en carnada. Entablaba conversación con ellos, les daba una cita en algún lugar, donde los hacía subir al auto y los conducía a algún lugar apartado. En cuanto llegaban les pedía que sacaran una canasta con comida que había en la cajuela, y lo que recibian era una pistola apuntándoles a la frente en cuanto la abrian.</div><div><br /></div><div>Su manera de actuar se fue refinando poco a poco. Alice comenzó a cubrirles la cabeza con una bolsa de tela para evitar que hicieran ruido, pero Fred no permitía que les atara las manos ni que les dejara la bolsa por mucho rato. Le gustaba darle a aquel gran deportista la oportunidad de defenderse. Primero un buen golpe al vientre para que no pudieran gritar, y luego pasar a la simpleza destructiva de golpear por golpear hasta que dejaran de defenderse. " Cávate un hueco, perdedor..." escupirles la nuca, y dejar que la pequeña Alice se salpicara su ropa bonita con sangre aún tibia. ¿Como desencadenaba tanta ira en un amor tan agresivo e íntimo? A veces cuando alguien se convierte en tu mundo, te llenan las ansias de que nada más lo sea. Es apenas normal querer destruir todo lo que te amenaza. Es apenas justo aferrarte a la tabla que te mantiene a flote.</div><div><br /></div><div>Los desaparecidos empezaron a armar un archivo en la comisaría de Leavenworth. 7 deportistas de secundarias y universidades no habían regresado a sus casas luego de un viernes o sábado de salir con sus amigos, y la policía todavía trabajaba en un perfil del asesino en serie con base en los tres cadáveres que habían recuperado.</div><div><br /></div><div>Escribió el médico forense en su informe cuando recibió el tercer cadaver.</div><div><br /></div><div><blockquote></blockquote><blockquote></blockquote><blockquote></blockquote>"<i>Los occisos, todos deportistas pertenecientes a escuelas secundarias o universidades del estado, y entre los 17 y 23 años de edad, presentan múltiples heridas contundentes en rostro, brazos y torso, consistentes con una fuerte golpiza. Considero que el asesinato tomó dos etapas dado que presenta hematomas y equimosis en antebrazos y nudillos, lo que indica que tomó parte una pelea a mano limpia. Sin embargo todas las heridas de arma blanca se presentan en la espalda, y el patrón de sangrado es consistente con el hecho de que todas las víctimas fueron encontradas tendidas boca abajo.</i></div><div><i>En la nuca de cada uno de los jóvenes se encuentra saliva, remito muestras a análisis genético."</i></div><div><br /></div><div>¿Y qué puede amenazar lo que se entrelaza? ¿Qué rompe lo que hila el destino y teje el amor? La tijera que corta lo que crean dos hechos uno, solamente el individuo deseando ser lo único en la mesa.</div><div><br /></div><div>Una noche cálida, bochornosa, Frederick sentía que tenía en la garganta un nudo, una sensación volatil, ácida, desagradable. Como cuando se siente que se desea escupirse a si mismo, lanzarse por el aire y estrellarse contra el suelo.</div><div><br /></div><div>Alice paseaba por los pasillos de <i>Legends</i>, contoneándose cual señuelo a una distancia prudente de la verdadera trampa. Fred iba al menos 15 metros detrás buscando a la próxima presa.</div><div><br /></div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 238); -webkit-text-decorations-in-effect: underline; "><img src="http://images.cheezburger.com/completestore/2010/4/26/129168051680652208.jpg" border="0" alt="" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 480px; height: 444px; " /></span><div>Era demasiado obvio, demasiado fácil. Como siempre. Los seis ojos se fijaron al centro imaginario de su deseable trasero, aminoraron su paso y se quedaron mirándola hasta que la distancia fue mucha. Fred apretó la navaja en su bolsillo como queriendo decirle que hoy comería bien.</div><div><br /></div><div>Un mensaje de texto se coló en la pantalla del celular de Alice, y mientras Fred se iba al auto y se ponía cómodo en el asiento del conductor mientras esperaba su turno, Alice descomplicadamente dió media vuelta y se dirigió hacia ellos.</div><div><br /></div><div style="text-align: center;"><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/gEQNAZGoZrw" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div><div><br /></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0); ">(Escúchame, melómano)</span></div><div><br /></div><div>Frederick encendió la radio y sacó un cigarrillo. Estaba tan seguro de sus procedimientos que no siquiera sentía un poco de miedo de que saliera mal. Terminó su rubio y se hundió en el asiento a soñar despierto, parte recordando el terror de la guerra en Irak, parte pensando en su niña soñadora... parte soñando con su niña, parte recordando el aburrimiento que sufrían por meses en la caja de arena sin disparar una sola ronda. Qué ridículo le había parecido siempre que llamaran <i>Veterano</i> a alguien solamente por haber sobrevivido a una guerra.</div><div>Soñó con una casa perdida en el bosque, un caballo que cargaba leña y un largo camino a un hogar de aromas dulces y amables. Soñó con tres hijos que corrían a recibirlo y una dulce mujer a la que tomaba entre sus brazos y la cubría de besos queriendo nunca perder el camino a casa. Fred respiraba lento oliendo aires oníricos hasta que la puerta del copiloto se abrió y Alice se sentó cruzada de brazos, como si quisiera abandonarse.</div><div><br /></div><div>- ¿Donde está? - Preguntó sobresaltado - ¿Por qué no me texteaste para esconderme en la cajuela?</div><div>- Yo... No podíamos matar a este...</div><div>- ¡¿Como no podíamos?! - Espetó contrariado, casi ofendido - ¡Él era uno de ellos!</div><div>- No... Este no... -Alice se tomó un momento para organizar sus ideas, luego continuó - Siempre vamos por el líder, y eso hice... y él se comportó como un auténtico patán hasta que lo atraje en solitario... En cuanto perdió de vista a sus amigotes me miró serio y me dijo que lo sentía, que tenía una reputación que mantener, pero que tenía novia y le era fiel. - "No pienses mal de mi... yo ya lo hago lo suficiente", recordó Ella.</div><div>- ¡Alice! Pero él era un patán... un perro, un niñito consentido... ¡Era otro para el matadero!</div><div>- No Freddie... Este era diferente... Y ya no se si debimos matarlos a todos... - Suspiró - Quiero detenerme. Quiero irme lejos... Quiero volver a Montreal.</div><div>- Entonces... ¿Me vas a dejar? ¡¿Me vas a dej-</div><div>- ¡No! ¡Nunca!... Deberíamos ir juntos.</div><div>- Alice, mi cielo. Todavía tenemos mucho que hacer aquí, hay mucho que limpiar para que nadie vuelva a sentir lo que sentimos nosotros</div><div>- ¿Y qué vamos a hacer? ¿Matar a cada jugador de Kansas? ¿De Estados Unidos? ¿O solo del centro? No mi amor... Ya hicimos suficiente. Escúchame...</div><div><br /></div><div>Pero él no escuchó. Se sentía un paladín. Se sentía un cazador. Se sentía un héroe.</div><div><br /></div><div>Se sentía un hombre.</div><div><br /></div><div><br /></div><div>Y desde ahí las cosas se fueron en picada.</div><div><br /></div><div><i>"Las desapariciones y los tres cuerpos encontrados sugieren que el <a href="http://archivodeinalbis.blogspot.com/2011/06/los-john-doe-y-los-sudes-unsub.html">Sudes</a> es un hombre con complexión física privilegiada y con conocimientos de combate. Dado el perfil militar de Leavenworth, uno de los pueblos cercanos a los escenarios donde se han encontrado los cuerpos, considero altamente probable que se trate de un veterano de guerra.</i></div><div><i>Su comportamiento indica un trauma relacionado con los deportistas, que lo lleva a intentar borrarlos del mundo con actos violentos. Considero que al enfrentarlos a mano limpia se prueba a si mismo contra aquello que antes lo rebajó, minimizando la humanidad de la víctima con la firma de escupir a su espalda cuando caen. El diseño de la hoja no permite saber con exactitud si quien apuñala es alguien fuerte, pero sospecho que una persona los lincha mientras otra los apuñala.</i></div><div><i><br /></i></div><div><i>Si se trata de un solo sospechoso, tengo dudas sobre como consigue secuestrar a sus víctimas, pero dado que la mayoría fueron abducidas en parqueaderos de Malls locales en horas de la noche, es probable que sea un lobo solitario.</i></div><div><i><br /></i></div><div><i>De ir acompañado considero que la segunda Sudes es una mujer. Los acompañantes de Harvey Rilke recuerdan vagamente a una jóven acercándose a su amigo. Adjunto descripción.</i></div><div><i>Éste perfil tendría completo sentido en la violencia con la que se desempeñan los crímenes dada la necesidad de complacerse el uno al otro enzarzándose en abusos que satisfagan a su pareja.</i></div><div><i><br /></i></div><div><i>El asesino es definitivamente nativo. Nada sugiere que retenga a sus víctimas ni que se tome más de unas horas con ellas, y que hasta el momento solo se hayan encontrado tres cuerpos indica que conoce el área mejor que la policía local."</i></div><div><i><br /></i></div><div>Pero los investigadores quedaron de repente congelados sobre la investigación. Pasó una semana, dos, y así se fueron acumulando hasta que contaron cinco meses sin una sola desaparición. Se llegó a creer que el asesino había muerto, lo habían reasignado al frente, o dada la teoría de una pareja se hablaba de una ruptura. Y tenían la razón.</div><div><br /></div><div style="text-align: center;"><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/AYF3EWN8jrg" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div><div><br /></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0); ">(Escúchame)</span></div><div><br /></div><div>El motor del Challenger rugía azotando las interestatales, Fred hundía el pedal tan hondo como deseaba hundirse el acero que llevaba entre el panatalón y la piel que hace meses no recibía una caricia. Se perdía por días vagando por todo Estados Unidos. Deteniéndose en moteluchos y durmiendo poco. Su sueño de recorrer el país libre ya no valía nada. Odiaba dormir, y había desarrollado el ademán de dispararse en la cabeza con la mano simulando una pistola cada que los recuerdos lo asediaban. Tenía en él un extraño efecto de calma.</div><div><i><br /></i></div><div>Alice mientras tanto miraba por la ventana esperando ver el auto, aunque se sorprendía soñando más con que llegara de nuevo en su bicicleta. Ella lo sabía. Entendía que todo lo que él hizo fue un intento de complacerla, así mirándolo con calma no tuviera sentido; pero no podía evitar amarlo más como niño que como escudo.</div><div><br /></div><div>Y cuando los dos estaban al borde de la violenta irracionalidad, y Fred estaba a punto de hacer más sobrio su ademán desesperanzado, las noticias de las 7 colaron por sus oídos</div><div><br /></div><div><i>The jock killer strikes again</i> (El asesino de jugadores ataca de nuevo)</div><div><br /></div><div>El titular clavó sus ojos en la pantalla. Un nuevo cadaver golpeado, con huesos rotos, y la espalda llenita de puñaladas hasta dejar la chaqueta en girones.</div><div><br /></div><div>Inmediatamente tomó su celular y llamó a Alice, ella contestó, pero en silencio.</div><div><br /></div><div>- ... </div><div>- Cariño....</div><div>- ...</div><div>- Pumpkin...</div><div>- ... - Suspiro</div><div>- Alice...! Pequeña... ¿Tú mataste a Omar?</div><div>- Sí... lo recordé... recordé como él te hizo daño en la secundaria. Recordé cuando me contaste del escupitajo en la nuca... No te preocupes cielo. Lo hice por tí.</div><div>- Cielo... No te muevas. Ya voy por tí</div><div>- ¿Donde estás?</div><div>- En Iowa... pero no te preocupes. Aunque estuviera en <a href="http://militaryhistory.about.com/od/conflictiniraq/p/fallujah.htm">Fallujah</a>, volvería a casa. Volvería a tí.</div><div><br /></div><div>Y fue lo mejor que Frederick pudo hacer. No durmió, no fumó, no se detuvo hasta frenar en seco </div><div>frente a la casa de su novia.</div><div><br /></div><div>Alice salió corriendo con una maleta mediana con tan mala suerte que dejó sobre su cama su Laptop. Lo besó sin aliento, con el corazón apretado entre las costillas, lanzó su maleta a la cajuela llena de fantasmas, entró al auto, y se abandonó en un beso que sintió como si esa mañana hubieran tenido que quemar todos los diccionarios del mundo para redefinir la palabra "Beso".</div><div><br /></div><div>Fred encendió el auto, corrió hasta su casa, empacó apenas lo necesario, vació sus ahorros, tomó su pistola y su escopeta, y los dos volaron sobre el asfalto hacia la interestatal 70.</div><div><br /></div><div>Pero las cosas no serían fáciles. La madre de Alice denunció su desaparición antes de notar que faltaba una maleta, y la policía no tardó en encontrar en la Laptop. Un par de días después la policía logró acceder a las conversaciones de los dos enamorados. <i>The jock killer </i>sí era una pareja. y ahora sabían quienes eran.</div><div><br /></div><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 238); -webkit-text-decorations-in-effect: underline; "><img src="http://www.wisdomportal.com/Numbers/29-Interstate29SD.jpg" border="0" alt="" style="float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; width: 101px; height: 100px; " /></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6sh-bnH190agYgHkdtVEDqznJlN8FytBObHd__TLKH7MexeNcL03ZIGJERRmxLqfmSNZqrpOpUmqQKpC2hxB7R90QMaa7UpY3U5m6fqneS080D_aiHFAkarSABfdEeU4OOvheu3ezLfc/s1600/1971-Dodge-Challenger-RT-Muscle-Car-By-Modern-Muscle-Side-Angle-1024x768.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6sh-bnH190agYgHkdtVEDqznJlN8FytBObHd__TLKH7MexeNcL03ZIGJERRmxLqfmSNZqrpOpUmqQKpC2hxB7R90QMaa7UpY3U5m6fqneS080D_aiHFAkarSABfdEeU4OOvheu3ezLfc/s1600/1971-Dodge-Challenger-RT-Muscle-Car-By-Modern-Muscle-Side-Angle-1024x768.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"></a><div>Alice y Fred ya habían cruzado la Interestatal 70 completa hasta conectar con la 29, y desde ahí literalmente era solo ir hacia arriba. Ya habían cruzado Nebraska y ahora rodaban sobre Dakota del Sur. Se detenían solo por lo necesario, se turnaban para conducir, y más que hablar se miraban, se acariciaban... y si no fuera insólito pensarlo, hasta se podría decir que soñaban juntos viendo al fondo, en el horizonte, una pequeña casita en Montreal, hijos, y arrugas bien ganadas con sonrisas y comidas en familia.</div><div><br /></div><div>Corrían, pero no escapaban. Corrían como corre quien sonríe. Hasta que escucharon en la radio con completa claridad su sentencia.</div><div><br /></div><div>Sonaron sus nombres, describieron sus rostros, el modelo del auto, el color y hasta hablaron de su destino. Era lo único errado. Entonces los dos supieron que habían encontrado sus noches de conversación, y agradecieron al destino por haber hablado alguna vez de irse a vivir a Virginia, a una casita en la costa, en uno de esos pueblos conservadores donde todo es perfecto.</div><div><br /></div><div>Fred hizo que Alice se detuviera, tomó el volante, y condujo cuidadosamente hasta que encontró lo que buscaba. Un auto parado en la carretera. Se bajó con tranquilidad, mostrándose como un buen ciudadano preocupado por un conductor en problemas, pero la respuesta de "no es nada amigo... solo libero el tanque" se vió cortada a medias por una bala al pulmón, y otra que le cerró los ojos justo sobre la oreja.</div><div><br /></div><div>Fred tomó las placas, las cambió a su auto, luego tomó la camioneta, montó el cadaver, y condujo pastizales adentro hasta donde creyó prudente.</div><div><br /></div><div>No volvieron a tomar rutas principales, Fred se las ingenió para cambiarle el color al auto, pero decidió no deshacerse de él. Algo muy tonto en su cabeza le decía que tomar un auto en la carretera lo haría más identificable. Pero era simple romanticismo y amor al auto en el que tanto había soñado despierto.</div><div><br /></div><div>Ya había pasado una semana completa desde la mañana en la que escucharon la noticia. Se encontraban en Dakota del Norte, apenas a un par de horas de la frontera, y disfrutaban a las dos de la mañana tal vez del último desayuno <i>americano</i> que comerían en sus vidas. Los Hot cakes rebosaban jarabe, y el jugo de naranja recién exprimido les dibujaba desde la naríz el paisaje de un desayuno en la cama en un par de inviernos.</div><div><br /></div><div>Fue Alice la que notó la chaqueta de cuero, el casco en la mano y las Ray Ban anchas sobre el bigote. Fred tenía la boca repleta de masa y jarabe cuando Ella le hizo bajar la cabeza de un golpe. Sin terminar el plato, sin pagar, sin decir lo más absoluto, los dos se escabulleron fuera y subieron al auto. El policía, alertado por la atenta camarera, los alcanzó rápidamente y golpeteó la ventana del auto. Fred la bajó maldiciendo su suerte, mientras Alice miraba hacia otro lado.</div><div><br /></div><div>- Señor. ¿Sabe usted que salieron del comedor sin pagar? - Esa costumbre tan peliculesca de los policías de preguntar lo obvio</div><div>- Lo sentimos oficial - Escupió nervioso Fred mientras buscaba su billetera y le entregaba al oficial 50 dólares - Disculpe dárselos a usted pero vamos apurados. ¿Podría entregarlos usted?</div><div><br /></div><div>El oficial comenzó un sermón cuando su mirada pasó un segundo por la billetera que se cerraba y leyó el nombre de su dueño. Mientras concluía su perorata su mente conectó rostro con nombre, nombre con caso y caso con muertos, y llevando su mano a la cintura desenfundó.</div><div><br /></div><div>¡BANG!</div><div><br /></div><div>Alice jaló el gatillo, la bala cruzó el cuello y el acelerador se hundió hasta meterse en el motor. Empleados y comenzales salieron corriendo a socorrer al policía, y con sus últimas palabras dijo lo que había visto.</div><div><br /></div><div>De ese momento en adelante el velocímetro estuvo por encima del límite legal hasta en las curvas, y sabiendo que era más importante el tiempo que el espacio en ese momento, se dirigió de nuevo a la 29 y le sacó al auto tanta velocidad como pudo, rezando junto a Alice que el tiro lo hubiera matado antes de que tocara el suelo. Ella simplemente tenía su mano sobre la de él, no hablaban, compartían la angustia, el miedo, pero sobre todo la esperanza.</div><div><br /></div><div>Las llantas del Dodge Challenger chirriaron contra el tenso asfalto, la negra línea estirada a través de Estados Unidos dejaba ver en lo oscuro de la noche el control fronterizo canadiense que interrumpía su camino a la libertad.<br /><br />Alice puso su manita sobre el puño que agarraba fuerte la palanca de cambios, se miraron por un segundo, y en los ojos del otro encontraron la fuerza para sobrellevar lo que fuera.<br /><br />El auto rugía empujándose sobre el asfalto a 95 mph, cuando de repente se encendió en la oscuridad una sirena, luego otra, otra y otra hasta que la vía se veía bloqueada por una decena de autos de la policía.<br /><br />Pero no tenían miedo. Estaban juntos, y sabían que ni la muerte podría separarlos.<br /><br />Fred aceleró, y el plomo comenzó a llover.</div><div><br /></div><div><br /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div><div style="text-align: center;">* * *</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><iframe width="560" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/-CqntCRedQo" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0); ">(Disfruta del final)</span></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: left;">- ¡Despierta papá! - gruñía la niña de tres años sobre los pesados edredones de invierno estirando las mejillas de su padre. Aperezado, con los ojos casi unidos, Frederick despertó, y sin pensarlo tomó a su hija y cruelmente la atrapó entre sus brazos mientras le hacía cosquillas. La risa atrajo a su hijo mayor, y pronto la única que faltaba era Alice.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Papá quiso levantarse, pero su hijita no lo dejó explicándole con seriedad que mamá preparaba un desayuno de cama. Así que se quedó jugando con los rizos del cabello de su muñeca mientras su hijo de 5 recostaba la cabeza sobre su pecho y escuchaba su pesado corazón.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Pronto Mamá subió con una gran bandeja, y todos bien arropados comenzaron a comer mientras el fondo, sin mucho protagonismo, las noticias hablaban de las heladas.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">- Freddie, mi amor... ¿Como te sientes?</div><div style="text-align: left;">- Dichoso... Felíz. Y asustado</div><div style="text-align: left;">- ¿Asustado? ¿De qué?</div><div style="text-align: left;">- De que todo esto sea un sueño...</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Temo que mi felicidad sea un sueño</div><div><br /></div><br /><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/BLFlSQ_3XLc" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe><br /><br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(255, 0, 0); ">(Escúchame, yo inspiré este cuento)</span><br /><br />When someday comes<br />We'll figure it out<br />But until that day<br />I'll be back on the run<br /><br />And one by one<br />They're bringin' us together<br />All the bodies are gone<br />And we can run forever<br /><br />Baby, baby, you can drive me crazy<br />But the flatfoots got us<br />And he's hot on our heels<br /><br />So put the pedal to the metal<br />Your hands on the wheels<br /><br />Forget about tomorrow<br />You know it's my heart you'll steal<br />Unless they're gaining<br />Gotta keep our eyes on the road<br />They'll never catch me<br /><br />Hey now,<br />What about the world<br />Gonna make it alone<br />Don't you think it's funny<br />How the tables are turned<br />Hey now,<br />Bury me alive<br />And I'll make it back home<br />You know I'll always make it<br />I'll make it back home to you<br /><br />Well I'm bitter to the bone<br />Now that you're all that I got<br />And we'll be going straight to hell<br />If we ever get caught<br /><br />Man it ain't so bad<br />All that we've done<br />You know they all deserved it<br />And now we're out here alone<br /><br />Baby, baby, you know I drive you crazy<br />But we can't stop now<br />We can't make it that way<br /><br />You got your head in a spin<br />Your talk is all cheap<br /><br />Stick this out<br />And you know it's my heart you'll keep<br />Unless they're gaining<br />Gotta keep our eyes on the road<br />They'll never catch me<br /><br />Hey now,<br />What about the world<br />Gonna make it alone<br />Don't you think it's funny<br />How the tables are turned<br />Hey now,<br />Bury me alive<br />And I'll make it back home<br />You know I'll always make it<br />I'll make it back home to you<br /><br />You know I'm all that you got babe<br />Ain't no sunshine pretty human darling<br />And you know without me you're lost babe<br />So c'mon<br />Come with me now<br /><br />Hey now,<br />What about the world<br />Gonna make it alone<br />Don't you think it's funny<br />How the tables are turned<br />Hey now,<br />Bury me alive<br />And I'll make it back home<br />You know I'll always make it<br />I'll make it back home to you<br />Home to you</div></div></div></div></div>Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-16648630194870364112011-06-13T09:20:00.000-07:002011-06-13T09:21:17.522-07:00Walk on by...<div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/2-_Js_cgvv4" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" width="480"></iframe><br /></div>Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-57226739846528990442011-06-09T09:45:00.000-07:002011-06-09T09:47:23.028-07:00Xhelazz - Solo son vidas<iframe src="http://www.youtube.com/embed/6vbsU1CPPkk" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" width="480"></iframe><br /><br />Si hay algo que amo del Hip Hop es cuando es capaz de sobrecargarme de imágenes, ficciones, realidades y sensaciones...<br /><br />Maestros de las letras hay pocos, porque ser un maestro de las letras requiere tener los ojos y el corazón abiertos de par en parSebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-65604979971441660722011-06-05T20:29:00.000-07:002011-06-06T20:08:29.582-07:00La caída del Caballero<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://static.desktopnexus.com/thumbnails/53784-bigthumbnail.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 450px; height: 338px;" src="http://static.desktopnexus.com/thumbnails/53784-bigthumbnail.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Escúchame, hijo mío, para que los errores de la historia no se repliquen en tí, y rompas la caída cíclica que yo y los que estuvimos antes de tí te legamos.<br /><br />El origen del caballero, del guerrero montado a grupa de corcel, se remonta a las batallas entre Ingleses y Sajones alrededor del año 1066, pero el ideario del mismo se pierde en las tradiciones de la antiguedad,<br /><br />Es necesario distinguir entre caballlero como guerrero y como hombre de virtudes, no porque no puedan convivir los dos en la misma alma, sino porque sus momentos no suelen ser los mismos.<br /><br />Tall vez por haber visto Inglaterra su comienzo histórico, la lengua anglo-sajona distingue al guerrero como Knight, y al hombre como Gentleman.<br /><br />Gerreros fuimos, cierto. Pero no es a la guerra que le debemos nuestra esencia. El arte de la guerra, por más glorioso y justo que se haga, es deshumanizante; y muchas veces los caballeros más honrosos han sido guerreros que purgan sus fantasmas en el buen trato y la virtud.<br /><br />Gentleman, hombre gentil, son las palabras que deben brillar en tu cabeza cuando escuches la palabra </span><span style="font-style: italic;font-size:130%;" >caballero</span><span style="font-size:130%;">.<br /><br />Antaño, en tiempos crueles nos dedicábamos a la espada. Y en tiempos mansos la dejábamos alta en el mural o sobre el estandarte, y buscábamos sosiego para los terrores que vimos en nombre de lo que es bueno.<br /><br />Y es ahí donde conocimos la virtud, la belleza y el fuego eterno que encendía el corazón y lo mantenía puro. La mujer.<br /><br />No te confundas, hijo mío, porque la maldad alcanza sus más altos picos en las pieles más suaves, pero así mismo lo más tierno, puro e inocente que puede haber en estas tierras sin dioses son ellas. Está en tí saber distinguirlas.<br /><br />Fue en la mujer donde los caballeros encontramos la debilidad, y has de entender hijo mío que el día que se acaben las damiselas, los caballeros habremos de extinguirnos. Guerrero podrá ser cualquiera que tome un arma.<br /><br />Ser caballero se transmitió de padre a hijo, y con el pasar del tiempo la espada adornó la sala evocando viejos tiempos, la lanza se dejó al lado de la puerta, y el caballo no galopó más en campos de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Sinople">sinople</a> y <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Gules">gules</a>. Pero con el mismo orgullo compusimos canciones, escribimos poemas, gobernamos pueblos; y más que nada hicimos familias. Hermosas y buenas familias.<br /><br />¿Qué generó nuestra caída? Solo un caballero puede herir a un caballero.<br />Alimentados por los mitos que las gentes tejieron en nuestra aura, el orgullo nos llevó a creernos más que nuestras damiselas, nuestras familias y nuestras virtudes. No fue necesaria la lanza para desangrar el corazón del caballero.<br /><br />Abrir una puerta o pagar la cuenta no bastan para hacerte uno.<br /><br />Es por eso, pequeño, que hoy te entrego lo que me entregó mi padre esperando que en mí cesara la caída del mal orgullo y la falsedad.<br /><br /><br />Sé justo y habla con la verdad. Nunca dejes que el orgullo se te suba a la cabeza, ni que la cabeza se pose por encima de tu corazón.<br />No le des la espalda a tus sentimientos, la hombría no está en aplastar lo que sientes si no en avivarlo al favor de la bondad.<br />Recuerda que la virtud eleva a los hombres, y no es mejor el del pecho más ancho. Un corazón grande se llena con poco.<br />Protege a tu mujer y a tu familia con tu vida, sin miedo alguno. Muere por una causa o un pueblo si es menester, pero recuerda que cada vida que tomes será un hogar que perderá el calor y la paz.<br />No odies, porque mientras más viejo sea el odio, menos sentido tendrá y más se alimentará de la ignorancia.<br />No vayas por la vida buscando problemas, pero tampoco huyas del conflicto ni temas responder en la pelea. Un caballero es un hombre que es bueno hasta que llega el momento de no serlo.<br />No maltrates a nadie. El corazón del hombre cruel se agria con su propia hiel.<br />Y por encima de todo; nunca hagas de nada más importante que tu esposa y tus hijos. El mundo perderá su bondad el día que la familia muera.<br /><br />Tal vez nuestra salvación esté en nuestra misma perdición. Pero mientras haya una mujer que valga la sangre y el alma, y nuestra esencia lata en el corazón de un hombre, habrá esperanza para nosotros.<br /><br />No cometas los errores de tu padre y tus ancestros... De nada servirá que te arrepientas como yo.<br />En tu lecho de muerte.<br /></span></div><span style="font-size:130%;"><br /><br /></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size:130%;">Vive bajo estas leyes, enséñalas a tus hijos, muere en paz.</span><br /></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7dfrROpA0ZQcjeEf6pTZqdV51C5Zolv0bYaJMycf2GmkrM17Dwje9G7jI2AjTaGnWmbeZyD4InDmtubxhtJtXqYMJMyiLN8FHtmuN8st2VEIIfxmgOccGjP0zim6W-zfL2G0WRBWj5cs/s1600/knight.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 286px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7dfrROpA0ZQcjeEf6pTZqdV51C5Zolv0bYaJMycf2GmkrM17Dwje9G7jI2AjTaGnWmbeZyD4InDmtubxhtJtXqYMJMyiLN8FHtmuN8st2VEIIfxmgOccGjP0zim6W-zfL2G0WRBWj5cs/s400/knight.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5614974477576984706" border="0" /></a><br /><div style="text-align: center;"><iframe src="http://www.youtube.com/embed/rkJrdMpLS2Q" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" width="480"></iframe><br /></div>Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-53808273955284553852011-05-03T19:41:00.000-07:002011-05-07T09:02:08.728-07:00Buena Suerte<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXk8S42ndDxNggo8O-6M8sNnBlSoUJhVY2NORb1C6D9HHwZAGyS1WKwzvY-7pOuAFLtZzeKLNsFhmqDs38qOGfabdzpa0wKDdUL_yiw9Zuz5lDIt9SQw-ceSievWcWQwwwDS1wZkQlqfA/s1600/sunrise_by_noobs.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXk8S42ndDxNggo8O-6M8sNnBlSoUJhVY2NORb1C6D9HHwZAGyS1WKwzvY-7pOuAFLtZzeKLNsFhmqDs38qOGfabdzpa0wKDdUL_yiw9Zuz5lDIt9SQw-ceSievWcWQwwwDS1wZkQlqfA/s400/sunrise_by_noobs.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5602685942208083122" border="0" /></a><br /><br /><br /><span style="font-size:85%;"><span style="font-style: italic;">Sunrise by </span><a style="font-style: italic;" href="http://noobs.deviantart.com/">Noobs</a></span><br /><br />No voy a romperme los dedos en el teclado escribiendo una dedicatoria venenosa. Me enseñaste a no guardar rencor, y no puedo tirar a la basura lo bueno que me has dejado.<br /><br />No quiero pensar en coincidencias, ni hacer trabajo de inteligencia en mi memoria conectando palabras para tratar de armar en un rompecabezas una realidad que seguramente me va a quemar los ojos...<br /><br />Ni pienso extenderme más de lo necesario.<br /><br />Muchas gracias, porque en tus tiempos fuiste mi vida y mi sol. Y mi pluma dio a lúz ríos de vida para tí, y te dediqué las canciones que no pude componer, y peleé por tí en todo campo que encontré. Porque te dí mil apodos al no encontrar soslayo en llamarte por un nombre (No cabías en un par de palabras).<br /><br />Disculpa por las promesas que no mantuve. Disculpa porque conozco mis errores y no voy a echarles con una pala la tierra que pueda sacar de los tuyos.<br /><br />No voy a echar a una tumba recuerdos, canciones ni fotos.<br /><br />No voy a quemar noches.<br /><br />No voy a masacrar un futuro que tanta paz me ha dado.<br /><br /><br />Simplemente te voy a decir adiós, te voy a desear buena suerte; y voy a mirar a mi horizonte a esperar a que amanezca<br /><br /><iframe width="425" height="349" src="http://www.youtube.com/embed/JpEJt1xP704" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-6001699689903916422011-04-09T08:00:00.000-07:002011-05-08T23:05:17.609-07:00Lo justo y Necesario. Parte 6. Salomé/Antropofagia<iframe title="YouTube video player" src="http://www.youtube.com/embed/BvsMPOfblfg" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" width="480"></iframe><br /><span style="font-style: italic; color: rgb(51, 255, 51);">(Por favor escúchame mientras lees)</span><br /><br />Los motores rugieron y corrimos como locos, el fantasma de las puñaladas y los golpes nos escudriñaba la conciencia sin piedad alguna, y la simple sensación de no estar ni solos ni seguros se compartía en un silencio incómodo que se rompió cuando Steffan se percató, histérico, de que yo tenía sangre corriéndome por el hombro.<br /><br />Llegamos pronto, no habia tráfico (¡JA!), y en cuanto el auto se detuvo todos en él se agolparon para sacarme y auxiliarme. Pero yo ni entendía ni sentía la herida, no la recordaba... Y ahí perdí la consciencia.<br /><br /><br /><br /><div style="text-align: center;">* * *<br /></div><br />Desperté de mi sopor envuelto en sábanas ensangrentadas. Me dolía a punzadas la carne entre el cuello y el hombro, y al palparme sentí una almohadilla de gaza adherida sobre la herida que luego vería bien. Era un corte, menos de un centímetro de hondo, las suturas picaban, y desupurarla dolía como mil demonios. Irónico, cuando ni sentí la hoja morder.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwAlyiE5cnWWxqKm5U4aUdCznNROVubJTkm5IlqXQnOHZdWrnJv_DujCDPhvFEsNH_PRmGvf2TFhAv5YBMQM6XHPuELI4DjgtHd67bZRmTHnU5qItQbgxcHcOMY9Yh9IVc02Vd4aaG1FQ/s1600/bloodyfingers.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 332px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwAlyiE5cnWWxqKm5U4aUdCznNROVubJTkm5IlqXQnOHZdWrnJv_DujCDPhvFEsNH_PRmGvf2TFhAv5YBMQM6XHPuELI4DjgtHd67bZRmTHnU5qItQbgxcHcOMY9Yh9IVc02Vd4aaG1FQ/s400/bloodyfingers.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5593655724831273026" border="0" /></a>Pero eso no fue lo que me sacó de mí. Más por cuidado a una herida que no conocía, me giré con suavidad para levantarme por el lado derecho, y al hacerlo una sombra de cabello negro sobre bata blanca se meneó suavemente frente a mí, de espaldas. Ella estaba sentada frente a un escritorio que daba a la pared, y sus caderas dibujaban una suaves curvas, tanto que creerías no verlas. Se daban arítmicamente, y si no fuera por un espejo de mano que levantó para mirarse en detalle, nunca habría entendido por qué.<br /><br />Ella se miraba al espejo para limpiarse la sangre de la cara y relamerse los dedos.<br /><br />- . . . -<br /><br />Extrañado, me quedé en silencio, observándola, viendo como desaparecía mi mancha de su carita pulida y sus dedos delgados como lápices. El metal brillaba sobre su labio inferior. Al final volteó tan rápido que por poco no cerré los ojos y me hice el dormido a tiempo. Simplemente se levantó y se fué, dejando en el aire un perfume a hierro, cítrico y flores, cortando el silencio con el sonido de sus botas dando "clap, clap" al pulido piso de la enfermería.<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgR_C7fnE_k0NwArWITFANitsqT_Iod5FGJGNGKHkF32tM69mYrHSLrrBISF7T2DmrasVjR8OwfuvhmQ_rt0Mjw7n2oKE5H3rQQxMRGYjoYXcXl6X3IXMEB80umGVJpNQenSVbDnzABZM4/s1600/The_Doctor__s_in_by_DraculeaRiccy.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 309px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgR_C7fnE_k0NwArWITFANitsqT_Iod5FGJGNGKHkF32tM69mYrHSLrrBISF7T2DmrasVjR8OwfuvhmQ_rt0Mjw7n2oKE5H3rQQxMRGYjoYXcXl6X3IXMEB80umGVJpNQenSVbDnzABZM4/s400/The_Doctor__s_in_by_DraculeaRiccy.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5593657054309756178" border="0" /></a><br /><br /><br /><iframe title="YouTube video player" src="http://www.youtube.com/embed/pebjZVAIk-g" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" width="480"></iframe><br /><span style="font-style: italic; color: rgb(51, 255, 51);">(Por favor escúchame mientras lees)<br /><br /></span>Salomé Salinas nació en una bonita familia, su papá era dueño de una gran empresa de útiles escolares, y su mamá era la comunicadora de SOFASA. El dinero nunca le faltó, pero definitivamente la sobra del verde no la hizo llenar el medio corazón que ya tenía negro de envidia.<br /><br />Los animales eran su pasión, algo que primero fue alimentado por su mamá, teniendo gatitos de pequeña, y enseñándole a conducir un caballo con la fiereza de una amazona. Su infancia la convirtió en una mimada que tuvo que dejar de serlo a medio camino porque apareció una hermanita que le robó todo lo que creyó suyo.<br /><br />A los 9 años, Salomé tenía un caballo propio en su finca, un mayordomo que lo cuidaba hasta el último detalle que mandara, un salón de clases que la envidiaba, clases extracurriculares de francés, teatro y kumon, una hermanita de 5 años y 2/3 de papá junto entre sus dos padres.<br /><br />A los 14 tenía tres caballos, dos perros, el último Mac, un año de adelanto en el colegio, un viaje a europa, una hermanita de 9 en la mejor expresión de la 'edad del moco', una excesiva necesidad de atención alimentada por la preadolescencia y una cuenta en Bancolombia a la que mensualmente le entraban $700.000 que ella gastaba como le diera la gana. Sus papás ya ni iban a verla ganar torneo tras torneo de equitación.<br /><br />A los 19, su mamá odiaba los animales, incluído su propio gato, su hermanita se probaba el closet entero de Salomé mientras mami le tomaba fotos que ella subía a su FB (con más carne que tela, aunque sus 14 años no temrinaban de afirmarla, pero que servía bien para calentar prepúberes precoces como ella), un papá muerto por alto colesterol, un padrastro tan cariñoso como podía serlo un abogado, La mejor cámara de fotografía, la ropa más hecha a la medida de cuanto diseñador goth le atraía, cursaba dos carreras universitarias brillantes en notas y mediocres en prospecto de felicidad, un inmenso cuarto aparte de la casa que parecía intencionalmente separado de los pasillos que llevaban a las otras habitaciones, un millón mensual como pago por el cariño ausente, su propia Mitsubishi Nativa y la finca a su completa disposición como paraíso para descansar de su mundo.<br /><br />Entonces qué evitó que tomara su monstruosa 4x4 y se largara a su finca? Camila, sus 14 años, su falta de tolerancia al campo más que al resto de lugares que no fueran Mc Donnald's, una discoteca para menores, un mall o su casa; y un lazo de sangre. No se hubiera convertido mami en otro monstruo, y Cami seguiría en su casa imaginando que afuera todo seguía igual.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;">* * *<br /></div><br />Salí de la enfermería, cosa que se volvería costumbre para mí, pero Salomé ya no estaba a la vista. El "Clap" de sus botas ya no se oía, y había perdido el rastro de su aroma.<br /><br />Durante esos días todavía vivíamos enclaustrados en la biblioteca, amontonando los sofás y durmiendo en grupo con guardias consantes que miraban a través de los ventanales. Pero nadie afuera sabía que había gente en la U, y las rejas parecían detener bien a los zombies que aparecían esporádicamente a golpetearse confundidos contra la maya. Supusimos que no la veían, así como las moscas no ven el vidrio.<br /><br />Entré a la biblioteca apenas comenzando a sentir la tensión de la carne que quería volver a abrirse, subí por las escaleras al segundo piso sin digitar ninguna cédula ni poner mi TIP en el lector, y encontré a todo el mundo sentado regodeándose del combate de hace unas horas, reseñando sus armas, sus golpes y sus habilidades. En cuanto me vió, Rino levantó la voz.<br /><br />- !Hey! ¿Que casi te hacen una traqueotomía? - JAJAJAJAJA, rieron a coro. Yo todavía no los conocía bien a todos, pero la simple cercanía durante la batalla, y el saber que ellos me cuidaban la espalda, era suficiente para reírme de vuelta.<br /><br />Los números parecía haber crecido en cuestión de unos cuantos. En especial mujeres. Ellas iban llegando cada vez en más número, viendo un poco más calmado todo afuera, y muchas de ellas avisadas por compañeros o conocidos suyos de que la U era un lugar seguro. Su presencia seriamente levantaba la moral de la recua así como los hacía más competitivos. Hacia animales íbamos igual antes de que todo se fuera a la mierda, así que no había mucha diferencia.<br /><br />Rino molestaba de a pocos mientras echaba indirectas a una rubia muy linda, Steffan platicaba con otra con desesperado interés, Helder se sentaba en un borde de un sofá a mirar sus negativos horrendos, y Carlos miraba con calma a todos y a ninguno. Cada vez con más control sobre las cosas.<br /><br /><iframe title="YouTube video player" src="http://www.youtube.com/embed/sWyfnp-ghaE" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" width="480"></iframe><br /><span style="font-style: italic; color: rgb(51, 255, 51);">(Por favor escúchame mientras lees)<br /><br /></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg30IQQKbvN2HRtbLlnSz8N_P_xiX3hIfvm7naoOioWMSXepg7Ys-B64Cn2SQoZjz6kHkJzVMhKoe0jDlU6PpuhOZyqHvpozaW5ucniSyv-MqGBuiQgDc-uStSl1PVx2HA_AQkI6WCUV-4/s1600/dose.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 296px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg30IQQKbvN2HRtbLlnSz8N_P_xiX3hIfvm7naoOioWMSXepg7Ys-B64Cn2SQoZjz6kHkJzVMhKoe0jDlU6PpuhOZyqHvpozaW5ucniSyv-MqGBuiQgDc-uStSl1PVx2HA_AQkI6WCUV-4/s400/dose.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5593654330256209714" border="0" /></a>Hati llegó de la nada, andando en silencio con su bastón en la mano, cubierto con el poncho, y con la media sonrisa de calma que siempre llevaba. Nunca entendíamos como lo hacía, pero podía pasar por la ciudad a pié sin tener encontrones con las bestias. Más adelante incluso llegó a meterse a la catedral y a la SkinHold.<br /><br />- ¿Te viniste caminando todo esto? Cuanto te tomó?<br />- Unas horas - Me respondió - Me detuve a ver algo que me pareció de lo más interesante.<br /><br />Lo que escuchamos esa tarde nos heló la sangre como nada lo había hecho hasta el momento. El mundo definitivamente se estaba volteando, y como privilegiados que éramos, temimos.<br /><br />Hati decidió ir más hacia el sur, siguiendo el ruido de motores de los carros de los SHARP, hasta que se detuvieron en la autopista cerca al Puente de Guayaquil. Los Skinheads sacaron a un par de heridos que llevaban para tratarlos de emergencia, desgarrándose las camisetas para hacer vendajes y torniquetes, y amontonados en una rueda sobre sus heridos en medio del pánico de no querer perder un amigo, no los vieron llegar.<br /><br />Eran sucios, silenciosos, rápidos, y se comportaban como si la calle fuera su propiedad.<br /><br />De entre la chaqueta raída, acomodado en el pantalón amarrado con cabuya y la camiseta varias tallas más ancha, un indigente sacó una navaja y la clavó en uno de los calvos, el grito de dolor alertó a los otros, que en vano desenfundaron lo que tenían, pero parecían pelear con el aire.<br /><br />Tres mandaron golpes y puñaladas contra el gamín, sin tocarlo, mientras el recién herido se recostaba contra el sedan blanco manchando la pintura con su sangre. Pero en cuestión de nada el solitario mendigo estaba respaldado por otra decena que salieron de la nada, armados con tubos, palos, piedras y cuchillos; junto con otros 15 que bajaron de los edificios opuestos al río y de los callejones de la zona industrial y que hicieron retroceder a los Skins hacia sus vehículos de nuevo.<br /><br />Cuatro indigentes se abalanzaron blandiendo puñal hacia los heridos, amenazando a los sanos, y de un movimiento agarraron sus pies y comenzaron a arrastrarlos hacia el río. Con fiereza, uno de los mastodontes trató de recuperarlos y derribar a los ladrones a manotazos, pero una piedra le dió con singular precisión en la frente, y un indigente corrió hacia él con una varilla afilada. Apenas tuvo tiempo de plantarle una patada en el pecho para alejarlo y subirse al carro. Los neumaticos chirriaron dejando marcas en el asfalto, y los calvos se perdieron por la autopista hacia el sur dejando atrás los insultos y los gritos de victoria desafinados y metálicos.<br /><br />Los gamines, dejando de lado completamente la mendicidad, levantaron en grupo los dos cuerpos y los llevaron cargados a uno de los puentes con calle bajo ellos, donde tenían amontonadas cosas que habían ido recolectando, y tirándolos al suelo, con poca sangre y consciencia como estaban, les sostuvieron manos, piernas y cabeza, y los trataron como res en carnicería.<br /><br />Amordazados como estaban, los gritos se escucharon poco. Igual no había nadie que fuera a ayudarlos en esto<br /><br />Sí... Los sucios separaron su carne, comiendo cada uno un poco. Tomaron las víceras y las pusieron sobre un hueco en el pasto tapado con ramas delgadas. Más tarde ese olor atrajo un par de bestias, atrapando una en la trampa, mientras otra huía despavorida a todo lo que podía cuando cinco gamines corrieron detrás para atraparla. La desesperación o la falta de coordinación la llevaron a la canalización del Río Medellín, y rodando por las paredes cayó a las aguas putrefactas, llevándosela lejos al olvido.<br /><br />Ellos simplemente volvieron, golpearon al animal hasta que lo pudieron sacar inmovil de la trampa, lo ataron a un poste, y disfrutaron de carne más fresca.<br /><br />Todos quedamos helados, estáticos, boquiabiertos... Y en el sepulcral silencio entrecortado nuestra agitada respiración, vi a Salomé sonriendo con el final de la historia mientras jugueteaba con un cuchillo sobre sus dedos.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjC0n1UW-ymkooxyxzfzzIMpQZ5HsYdVxJBoq9e4m0Prs9cbYPnrD7lbY26Td8CopTfMa1OQ6BsaPOQad1-kfCqX7D4OE8ZFAocrGCuLfA-f8fkVIL0-Iqh6C5t2ZvsbgH98mQABvwB3w/s1600/zombie_buffe_by_ebas.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 262px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjC0n1UW-ymkooxyxzfzzIMpQZ5HsYdVxJBoq9e4m0Prs9cbYPnrD7lbY26Td8CopTfMa1OQ6BsaPOQad1-kfCqX7D4OE8ZFAocrGCuLfA-f8fkVIL0-Iqh6C5t2ZvsbgH98mQABvwB3w/s400/zombie_buffe_by_ebas.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5593656441903225026" border="0" /></a>Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-46882645628337758782011-03-23T07:31:00.000-07:002011-03-25T19:55:34.647-07:00Lo Justo y Necesario. Parte 5. Sociedad en el caos<div style="text-align: left;"><iframe title="YouTube video player" src="http://www.youtube.com/embed/fgT9zGkiLig" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" width="480"></iframe><br /><span style="color: rgb(51, 255, 51);font-size:85%;" >(Por favor, escúchame mientras lees)</span><br /><br /><a href="http://www.dlsports.com/knife_danger/knife_danger_3_small.jpg"><img style="float: right; margin: 0pt 0pt 10px 10px; cursor: pointer; width: 330px; height: 248px;" src="http://www.dlsports.com/knife_danger/knife_danger_3_small.jpg" alt="" border="0" /></a>Desperté de un sueño pesado, la herida en mi espalda sangraba menos, pero seguía manchando con su tinta la firma de ese crucificado, ese hombre que había hecho de su vida una cruzada, y de nosotros la morisca. Un día lo voy a traer a la fuerza, a sacarlo de su sacra fortaleza, y a clavarlo de una cruz en la fuente del "Hombre creador de Energía"...<br /><br /><div>El mareo no se hizo esperar. Ya era suficiente sangre perdida, tiempo de ir con Sergio.<br /><br />Salí de mi habitación dando una corta mirada a los árboles que apuntaban hacia la muerta autopista, tomé solo el machete y caminé a la vieja enfermería. El cielo pintaba gris, pero ya casi nunca llovía.<br /><br />La ciudad ya no lo era. Todo lo que la hacía urbe de medio pelo, ahora no existía. Para bien y para mal.<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjebHe2TT-Bs4_tQSzNiU4RV9EAiMwPoDcn_lfSkeDX0kIBJGo4f9TUC_2QvgYTvqRrkeeqL9u6auDdfem1b3ZBV9ZvsgKMe0oDh5kxCQ1bK1RoqP1B10dKTqA8NlG-4WmBPNo_8WiJpnU/s1600/ep5.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 288px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjebHe2TT-Bs4_tQSzNiU4RV9EAiMwPoDcn_lfSkeDX0kIBJGo4f9TUC_2QvgYTvqRrkeeqL9u6auDdfem1b3ZBV9ZvsgKMe0oDh5kxCQ1bK1RoqP1B10dKTqA8NlG-4WmBPNo_8WiJpnU/s400/ep5.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5587278385905668914" border="0" /></a><br /><br />El silencio era tanto natural como sepulcral. Un motor podría oirse a dos o tres kilómetros, y un balazo al triple.; y tus pensamientos nunca te dejaban tranquilo. El valle se hizo una celda donde todo parecía saberse.<br /><br /><div style="text-align: center;">* * *<br /></div><br /><span style="font-style: italic;">"De las armas no hay, en el campo,</span> <span style="font-style: italic;">que alejarse un paso;</span> <span style="font-style: italic;">nunca se sabe por esos caminos</span> <span style="font-style: italic;">cuándo hará falta la lanza."</span><br /><br />Gracias, viejo gauta.<br /><br /><div style="text-align: center;">* * *<br /></div><br />Sergio era un hombre que compensaba con su cortísima altura el mal genio, la negatividad y el pereque de tres doctores. Sus manos eran ágiles, estables, siempre dispuestas. Justo como él no era.<br /><br />"Matasanos" le decíamos, y siempre tenía algo malo que decir de lo que fuera.<br /><br />" - Necesito un grupo de 7 hombres para que salgan a recolectar. La zona alta de Belén todavía está virgen, y estamos faltos de recursos de segunda línea - Decía Carlos.<br /><br />- Agh, pero afuera siempre están las bestias, los calvos, los sucios... ¿Por qué hay que salir?<br /><br />-Porque si no conseguimos baterías, herramientas y gasolina. Como va la cosa nos van a matar a todos.<br /><br />- Ah... Cierto.... No se olviden de traerme medicinas, toallas, vacunas, complementos vitamínicos, y cositas pa' los antojos de las gestantes. Muchas ya van por puntos críticos."<br /><br />Eso si. Para pedir estaba solo.<br /><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXnGc0Q36rMKzzoTYtGWUdXfJt7rNhdwlbuFv7J6-7B7vcMepo-HwZOPx_SXd4Anmm83g4Z4QxmNtB2XhHE1Ael8Q2whfH78b4wN-gvPoQJRHTjbxyItOSzPIIMPmyLr995ClwE9GcQJI/s1600/tumblr_l1z0bbKRok1qzd3rjo1_500.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 283px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXnGc0Q36rMKzzoTYtGWUdXfJt7rNhdwlbuFv7J6-7B7vcMepo-HwZOPx_SXd4Anmm83g4Z4QxmNtB2XhHE1Ael8Q2whfH78b4wN-gvPoQJRHTjbxyItOSzPIIMPmyLr995ClwE9GcQJI/s400/tumblr_l1z0bbKRok1qzd3rjo1_500.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5587277788207139522" border="0" /></a>"Hola", Dijo. Pero en sus palabras oí esquirlado "¿Otra ves vos? ¿No estás harto de que te apuñalen? dejá de hacerte el héroe"... Mientras mi subconsciente me sermoneaba con su voz, él sacó sus líquidos favoritos, sus mejores agujas y sus guantes de latex, y me hizo sentir lo que Martina no puede con dos horas de tatuaje.<br /><br />- Viejo. ¿Qué has sabido de afuera?<br />- El mismo infierno. Ya toca hacer revisiones minuciosas, buscar tiendas de barrio, abrir casas, romper todo... Esta ciudad ya está consumida. Ahora los afortunados vamos a chupar.<br /><br />Es que esta ciudad perdió su autosuficiencia en su afán de desarrollo, los campos, las quebradas, el río, los cerros. Todo se cubrió de ladrillo, cemento y mierda, y todas las necesidades de esta Comala, de esta olla infernal, las suplieron los pueblos tras las montañas y las Empresas públicas de Medellín.<br /><br />La guerra no tardó en explotar.<br /><br />Las primeras dos semanas sobrevivimos son mayores percances. La electricidad tardó tiempo en desaparecer, así que manteníamos encendidas solo las luces necesarias y las neveras de los puestos de comida para preservar los pocos alimentos. Las costumbres fueron duras de romper: Comer a deshoras lo que se antojara, bañarse a diario, ver películas y escuchar música todo el día... Mano dura fue necesaria para reprimir tantos consentidos, tantos acomodados... Pero nadie podía cuestionar la necesidad de represión.<br /><br />Pronto la necesidad de comida y recursos conformó el eje de nuestra chueca sociedad. El pillaje. La primera opción fue la plaza minorista. Estaba cerca, pero había que ver qué habían dejado los muertos.<br /><br />La primera salida a la minorista fué un éxito. Los muertos se habían vuelto lentos y sosos como en las películas, y fue tan simple pasarlos a machete que volvimos con siete carros llenos de comida. La dicha fue tal que hasta una fiesta hubo, y no tardamos en tomar confianza y comenzar un plan de saqueos.<br /><br />Lo primero fueron los mercados. Comida, implementos de aseo personal. Luego fueron las herramientas, las armas y la ropa. Por último estaba todo lo demás que pudiera necesitarse.<br /><br />Pero no estábamos solos.<br /><br />El viaje en cuestión se hizo en tres carros. Éramos diecisiete, recuerdo que en ese viaje estuvimos Rino, Mala, Carlos, Steff, Helder, Hati y yo. ¿Por qué? Simple. Habían armas de por medio.<br /><br />De Hati contaré luego como llegó a nosotros. Pero te digo que es un hombre enigmático, callado y que nunca parece triste. Nunca llevaba armadura, solo andaba con una vieja chaqueta militar, un poncho osucrecido por la tierra y los años, y un palo que le llegaba al pecho. El hombre sabía moverse como si nada pudiera tocarlo.<br /><br />Por protección contra las bestias, varios íbamos con el uniforme del ESMAD encima. Los escudos hacían mucho bulto, pero las corazas parecieron buena idea en su momento.<br /><br />Lo primero fue entrar a la 4° Brigada. Pero no había una sola bala que sacar... Encontramos explosivos, uniformes, equipos, morrales... pero ni un fusil, ni una pistola; y menos una bala.<br /><br />Confundidos, enviamos de vuelta los carros cargados con todo, y los catorce restantes encaminamos a las tiendas militares del área. No nos íbamos a ir con las manos vacías.<br /><br /><iframe title="YouTube video player" src="http://www.youtube.com/embed/ZMBYZiKmyEo" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" width="480"></iframe><br /><br /><span style="color: rgb(51, 255, 51);font-size:85%;" >(Por favor, escúchame mientras lees)</span><br /><br />Entramos a la primera, a dos cuadras del Estadio subiendo por Colombia. Eran tres pisos de cuchillos, manoplas, cuerda, uniformes en insignias. Todos parecíamos niños pequeños en una ducería, y cargados hasta los dientes en acero, fuimos saliendo con todo lo que podíamos cargar.<br /><br />Segunda tienda, Saqueada. Tercera tienda. Saqueada.<br /><br />Pero al entrar a la cuarta, una desagradable sorpresa reventó el globito de niño que llevábamos todos.<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipMhcKNcAcMuv73s8exSvoMOpkdhVXYNCh3DaZSteVXpvjuz_UreMUNXLuhxg7x7KjWR0u2pi28rhi-DigWObQjur8JBOAcXsZWzOaamvyOwmBO_4FaLq-R8PZZ6jcMbl_g1uah9AU-dU/s1600/0.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipMhcKNcAcMuv73s8exSvoMOpkdhVXYNCh3DaZSteVXpvjuz_UreMUNXLuhxg7x7KjWR0u2pi28rhi-DigWObQjur8JBOAcXsZWzOaamvyOwmBO_4FaLq-R8PZZ6jcMbl_g1uah9AU-dU/s400/0.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5587278378311479586" border="0" /></a>Nuestra algarabía era tal que no escuchamos la de los calvos dentro de la tienda.... Ahí estaban. Al menos treinta Skinheads probándose manoplas, cuchillos y macanas... Nuestras miradas se cruzaron, y el silencio se apoderó. Todos estábamos congelados, atentos, asustados...<br /><br />Uno de ellos se adelantó hacia nosotros, era de estatra media y llevaba un buso cuello de tortuga verde con cierre, jeans entubados de bota corta, y botascafes de charol. Su cabeza relucía como una hoja de acero. Carlos lo frenteó a medio camino.<br /><br />- ¿Quienes son ustedes?<br />- Gente... -Dijo Carlos con sorna - Gente...<br />- Ah, pero vos traes TU gente a MI territorio. ¿No ves que todo esto es nuestro?<br />-Pues yo no veo nombres en los muros... ni en los hierros - Los dos se examinaron de arriba a abajo - ¿Como te llamas?<br />- Nano... Y somos de la Skin Medellin... Ahora soltate mis latas o te las voy a quitar de las manos muertas...<br />- ¿De las qué? - Preguntó Carlos sabiendo bien como reaccionaría.<br /><br />"Nano" Dió un paso hacia él, clavándole el dedo en el pecho mientras le escupía en la cara "de tus putas ma..."<br /><br />Carlos se le adelantó. Antes de que acabara ya tenía un taser en el cuello. Un corrientazo y el Skin yacía en el suelo soltando babaza por la boca.<br /><br />En un segundo todo fué un campo de batalla. Los machetes se desenfundaron, las navajas se abrieron, "Click", los tambos se extendieron y los gritos ahogaron el aire.<br /><br />Los calvos cargaron, eran fuertes como toros, pero las armaduras del ESMAD hacían maravillas. Con el segundo golpe que habrían necesitado para incapacitarnos, ya recibían el golpe en la sien, la rula en el cuello o la lata en el vientre.<br /><br />Mi hoja encontró una mano que volaba hacia mi amenazando con un cuchillo de cacería, para luego partirlo de la clavícula hacia adentro. Inmediatamente después, el impacto de una navaja que no pasaba la espalda de la armadura me hizo girar como un rayo. La larga hoja se alojó en la cara, y el hombre cayó desplomado como ropa al suelo. Mi corazón latía a mil, sintiendo como si la herida me la hubiera llevado yo...<br /><br />Pero la suerte no nos acompañó a todos, y por falta de armaduras, uno recibió de frente, espasmódico, una mariposa que bailaba entre manos mientras la mole lo levantaba del piso. No logró sacársela al cadaver a tiemp<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhC64xNQOymAb6xi2vQzgMDl5ssCgTSTqSQrJwa2P35-O6Pey35Yv4fFPgGO8uGWnCsQVog8z-OHRAM9gs9iJGjCk24dfSzfLbztZkA9E4Mffh7n06rwzKW4QkjmNjRJF1bQOQSBwY63oQ/s1600/russian-skinheads2.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 300px; height: 303px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhC64xNQOymAb6xi2vQzgMDl5ssCgTSTqSQrJwa2P35-O6Pey35Yv4fFPgGO8uGWnCsQVog8z-OHRAM9gs9iJGjCk24dfSzfLbztZkA9E4Mffh7n06rwzKW4QkjmNjRJF1bQOQSBwY63oQ/s400/russian-skinheads2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5587278387242257762" border="0" /></a>o, y Hati le partió la nuca de un golpe con su bastón sin siquiera una mueca de disgusto.<br />El segundo, estrellado contra un muro, recibió tres golpes en el cráneo antes de esquivarle un machetazo a Mala. La escena se repitió con inverosimilitud en mi cabeza al ver la velocidad a la que se movía. Con brutal precisión, el calvo de orejas amplias y ojos perezosos esquivó un tajo de ricardo, y le descargó su puño tras el pómulo izquierdo. El CRACK del hueso quebrándose bajo la manopla hizo que todos voltearan por un segundo. No se le hubiera clavado el machete a Clara en la pared y el pobre estaría regando el piso de rojo.<br /><br />Viéndose en desventaja, dos mastodontes nos barrieron al mejor estilo rugby mientras tres se llevaban cargado a su lider. El resto diguió ejemplo y corrió como almas que lleva el diablo. No había pasado un minuto, y ya teníamos siete muertos en el local. Dos nuestros, cinco de ellos.<br /><br />El pobre beta... Daniel se llamaba... y sangraba por el cráneo como un grifo abierto. Steffan corrió a ayudarlo, pero Carlos lo detuvo sin un ápice de remordimiento.<br /><br />- De esta no se recupera - Y sin pensarlo le dió una descarga en el pecho para "dormirlo". Luego sacó su cuchillo nuevo, abrió la cajita, la hizo a un lado, undió el botón que propulsó la hoja afuera y se lo clavó en la carótida. Un chorro rojo le bañó el pecho.<br /><br />- Fue un buen guerrero. Fue un legionario. Ricardito también lo fue - Dijo señalando la mariposa clavada entre las costillas - pero no hay nada qué hacer por ellos. Esta tierra ya no es santa. Aquí nadie descansa... Sepultados en los buches de esas bestias.<br /><br />Nadie dijo nada... Steffan no podía creer lo que veía. La ira lo consumía...<br /><br />No tardamos en correr a terminar de saquear el área, todo se fué con nosotros, los autos iban repletos, Aprovechamos bien tres asientos vacíos. Dos muertos y Hati, que dijo que no nos preocupáramos. Que si había llegado solo la primera vez, lo haría de nuevo.<br /><br />Corrimos a casa con el corazón en la tráquea... Cuanta sangre... Y tan poco remordimiento por nuestros muertos.<br /></div><br /></div>Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-20377391854028392652011-03-19T22:33:00.000-07:002011-03-19T22:54:11.131-07:00Y yo que mierdas sé de como poner un título....Son las 12:34, un trueno se estira sacudiendo el aire por varios segundo, y la lluvia cae tan gélida que siento el frío aún dentro de mi pequeña habitación.<br /><br />El azar elije una canción... y una vieja promesa, una serenata que nunca canté se me cuela por los poros y le da impulso al mecanismo lacrimógeno que se atrofió cuando entendí que con mi mamá a kilómetros de distancia y mi papá a millas náuticas en sus pensamientos, no había más que arreglármelas solo.<br /><br />Afuera llueve con la parsimonia y el dejo del que respira con decepción. Sé que las gotas estan tan frías que al primer contacto mi piel se resentiría con escozor. Las luces en la calle están encendidas, pero a través de mi ventana predomina el negro.<br /><br />Hoy me duele el alma más que ayer, como si el golpe me hubiera disparado la adrenalina, como si ayer hubiera bebido amargo licor, embriagante pero ponzoñoso, y apenas hoy sintiera la resaca, el golpe, el suelo.<br /><br />Quisiera salir a caminar en la lluvia y diluirme bajo las gotas.<br /><br />Hoy te extraño más que ayer... y por primera vez en mi vida siento que hordas de muertos acabando con todo no mejorarían mi vida, simplemente porque no quiero desaparecerte.<br /><br />Siento, en los momentos más inverosímiles, más comunes, más caseros, como me entra una aguda necesidad de dejar caer lágrimas para limpiarme; pero no estoy muy seguro qué llave tengo que abrir dentro de mí para que mis ojos entiendan que los prefiero empañados a que me mantengan mirando a un horizonte que no está interrumpido por tí.<br /><br />Otro apagado trueno barre hacia el valle, y yo sueño con dormir...Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-81764622822634514042011-03-18T08:11:00.000-07:002011-03-18T09:07:25.954-07:00Back to Blues<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://fc06.deviantart.net/fs44/f/2009/164/f/e/fe5c4e0cfb4af0383dbf465a920705a1.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 600px; height: 600px;" src="http://fc06.deviantart.net/fs44/f/2009/164/f/e/fe5c4e0cfb4af0383dbf465a920705a1.jpg" alt="" border="0" /></a><br />Yo soy el lobo que olvidó que sus colmillos, blancos y gélidos, están montados sobre suaves y sonrosadas encías que se resienten con la más sincera caricia.<br /><br />Soy la harmónica que solo encanta cuando siente que por dentro el mundo se le hace abismo.<br /><br />Y de nuevo me llevo la madera y el metal a la boca, trago saliva, vieja y nueva...<br /><br /><br />...Y me entrego al blues.Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-35038822244767495422010-11-12T21:13:00.000-08:002010-11-12T21:20:36.035-08:00Lo se... Lo se... Pero no me importa lo que opines.Y un día te das cuenta que las piedras son más útiles que vos... con ellas podes decorar piscinas o hacer lápidas. Pero vos sos inutil, y si no producis, no sos más bueno que la carne que tenes pegada a los huesos.<br /><br />Y no tenes más que mirar al mundo y decirle a la cara.<br /><br />Soy peso muerto, arrástrame.<br /><br />Soy un pelícano ciego, aliméntame.<br /><br />Soy un satélite, contémplame.<br /><br />Soy un gato regordete, acaríciame.<br /><br />Soy un perro rabioso. Dame las buenas noches.<br /><br /><br /><br />Y hasta mañana.Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-77259426403429284872010-09-08T20:49:00.000-07:002010-09-08T21:00:20.725-07:00MartinaSi, Martina. No tengo ni idea de qué carajos decirte.<br /><br />Si, me gana el ego, y cuando te vi pasar por la entrada de el metro, que sí te vi, me pareció que te veías tan bonita con tu pelo largo, como te recomendé que te lo dejaras, con tu nuevo guardaropas tan digno, tan de Martina Avellaneda, quien hasta en una ciudad que pierde sus dinámicas para hacerse tierra de caníbales, guarda su incisivo pudor irónico.<br /><br />Si, debí hablarte, porque lo único que tengo son dudas, porque me emputas pero me haces falta, y me jode la cabeza de vez en cuando como pasamos de que te animara con tu madre a que fueras silencio y ausencia.<br /><br />No lugar. No mujer. No sentir. No reir. No amigos.<br /><br />Y el orgullo no me permite decirte eso que ya sabes, que lo dudo y lo entredigo con tanta palabrería barata para ver si me bajo de mi trono o vos salis de las sombras. Pero ni soy Yaveh ni sos Lilith. Que si sos mujer, pero no tanta. Que la mujer tiene de demonio lo que tiene de gestora.<br />Y yo más facil creo miedos que ángeles.<br /><br />A quien me saluda le doy la mano. A quien siento le doy mi texto. Y ese día te quise proteger de tu mamá con tanto efecto como lo tuvo... Qué voy a saber yo...<br /><br />A ver si un día de estos días en vez de darte la espalda para que me tatues, yo te miro a la cara y te muestro que me se las tablas de memoria.<br /><br />La ley del Talión es una porqueríaSebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-84460735776790375972010-08-25T20:51:00.000-07:002010-09-15T09:48:28.223-07:00Lo Justo y Necesario. Parte 4 2/2. Tomado por la fuerza<div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinlEZcV8j4J7Kg0R104u5K61dKgefUd7rqWB40Fwfed9lewbWlHCaNaZ1AQDiN6WZv-WdWtRWMhmLMRf24NTwfOueYfM_XByi84QKHoKibS5ZxhTOjrxUqXC59qJAjc0CzP4oVzeWbUD4/s1600/medusa-coloured.jpg"><br /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhq0cKvrFXFyoth4HMCLsLjVu-3t3VcB5xOYP181a9pOyJXuj_CbxsFndMLvc2OhweYdpQ1ifEbzRcOKoFqZV7TJ3CwnOZI0HnOIKOlQJIrZNC1I-lMpLt7BigZx3zjvL_39t-iGBhSkQo/s1600/290px-Zombie_breakin_sign.jpg"><br /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtp12clQTI8otd7uXNNI49HycOwkMc-BGHYPf72bqLfv_uoG091P3gJV7xVSkLnhw6fT9UaPzberKikFF6y6n_J6q3rlsanUJKdtyQAVkokp0UYYkVHWy-4wfd16yPQITg0SphLnAj6Xg/s1600/zombie_girl_final_by_channandeller.jpg"><img style="text-align: center; margin: 0px auto 10px; width: 282px; display: block; height: 400px; cursor: pointer;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509590196054032274" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtp12clQTI8otd7uXNNI49HycOwkMc-BGHYPf72bqLfv_uoG091P3gJV7xVSkLnhw6fT9UaPzberKikFF6y6n_J6q3rlsanUJKdtyQAVkokp0UYYkVHWy-4wfd16yPQITg0SphLnAj6Xg/s400/zombie_girl_final_by_channandeller.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div style="text-align: center;"><br /><object height="385" width="480"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/1PNyprRxQE4?fs=1&hl=es_ES&color1=0x3a3a3a&color2=0x999999"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><br /><embed src="http://www.youtube.com/v/1PNyprRxQE4?fs=1&hl=es_ES&color1=0x3a3a3a&color2=0x999999" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="385" width="480"></embed></object><br /></div><br /><br /><br /><span style="color: rgb(51, 204, 0);">(Por favor <span id="SPELLING_ERROR_0" class="blsp-spelling-error">escúchame</span> mientras lees)</span><br /><br />Carlos ordenó la formación a gritos, una primera línea de escudos con dos armados de fusil en el tercer puesto por cada lado, y dos con lanza gases detrás. Las botas golpearon el asfalto con fuerza marcando el paso del "escuadrón", y a la primera orden, los gases volaron hacia la plazoleta.<br /><br />Las bestias se disiparon asustadas, los lacrimógenos las hacían mugir y correr en círculos, <span id="SPELLING_ERROR_1" class="blsp-spelling-error">arañándose</span> la cara y <span id="SPELLING_ERROR_2" class="blsp-spelling-error">revolcándose</span> con las manos como quien se quita <span id="SPELLING_ERROR_3" class="blsp-spelling-corrected">hormiga</span> del cuerpo.<br /><br />Los cañones de 556 se alzaron, pero Carlos ordenó que bajaran y golpeó fuerte con su machete el borde del escudo. Todos imitamos su acto, entendiendo pronto la violenta euforia que sumía al <span id="SPELLING_ERROR_4" class="blsp-spelling-error">ESMAD</span>.<br /><br />Eran tantos frente a nosotros... Tantos y tan sucios, desordenados, simiescos... Eran tanto un espejo, tanto un negativo fotográfico...<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiafJ7IPlpl0w5Yfx9m0F7uFx0_QPYMait3GTV-DdYzhbx5ntWCDPR8Egt5qpd1A0ul1Uvz56pSNERW74gNtM-8rPYxWU6qLMBtmf4TnwM6DyS0_yxrDdeQfwyzmLZE4ekaJA7mWzNG9-k/s1600/zombies.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; width: 346px; float: right; height: 356px; cursor: pointer;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509589084110381746" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiafJ7IPlpl0w5Yfx9m0F7uFx0_QPYMait3GTV-DdYzhbx5ntWCDPR8Egt5qpd1A0ul1Uvz56pSNERW74gNtM-8rPYxWU6qLMBtmf4TnwM6DyS0_yxrDdeQfwyzmLZE4ekaJA7mWzNG9-k/s400/zombies.jpg" border="0" /></a>Sus cabezas se tornaron contra nosotros, las granadas de gas volaban cada vez con más puntería hacia las multitudes mientras <span id="SPELLING_ERROR_5" class="blsp-spelling-error">sobrepasábamos</span> el umbral del techo <span id="SPELLING_ERROR_6" class="blsp-spelling-error">encolumnado</span> y pisábamos Plaza <span id="SPELLING_ERROR_7" class="blsp-spelling-error">Barrientos</span> en una marcha orquestada.<br />Los cuerpos se levantaban, asomaban de las ventanas, los pasillos, las viejas tiendas, las jardineras... Los primeros corrieron de frente hacia la línea...<br />Quince metros antes Carlos ordenó fuego.<br />Los <span id="SPELLING_ERROR_8" class="blsp-spelling-error">cocteles</span> <span id="SPELLING_ERROR_9" class="blsp-spelling-error">Molotov</span>, encendidos, elevaron muros de fuego frente a nosotros. Ellos cruzaban entre alaridos, quemándose, <span id="SPELLING_ERROR_10" class="blsp-spelling-error">revolcándose</span>, pero sin perder su hambre y su determinación de llegar a nosotros. El fuego pronto los redujo, y sus cadáveres <span id="SPELLING_ERROR_11" class="blsp-spelling-error">ennegrecidos</span> fueron decayendo con las llamas de la gasolina<br />Las balas traspasaban los torsos <span id="SPELLING_ERROR_12" class="blsp-spelling-corrected">semi desnudos</span> abriéndolos en gemidos y gritos. Los cuerpos caían pero no había tiempo para rematar. Las miras cambiaban de blancos, los dedos tras los gatillos median las balas, y los machetes golpeaban y golpeaban.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIhDO2fHR-3VOQp73SNzzbvjUrv0bXP3jGO8Yap79lLhT4SQQnO_nI5fUOQFg-csLdBDOuL1Qk6iXeKkmljglFz_Ch84sigFi8Gkzhzl343yI3_dXnbA_grBZo8yE11-aMsHKLPJzFViA/s1600/IMG_8081.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; width: 261px; float: left; height: 173px; cursor: pointer;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509587306690543970" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIhDO2fHR-3VOQp73SNzzbvjUrv0bXP3jGO8Yap79lLhT4SQQnO_nI5fUOQFg-csLdBDOuL1Qk6iXeKkmljglFz_Ch84sigFi8Gkzhzl343yI3_dXnbA_grBZo8yE11-aMsHKLPJzFViA/s400/IMG_8081.jpg" border="0" /></a>El ruido los llamaba, los despertaba de su sopor, los avivaba en su hambre paleolítica, las granadas de lacrimógeno disipaban los tumultos, y las balas trataban de eliminar muñeco por tiro. Los machetes todavía sonreían con los dientes limpios.<br /><br />Las bestias embestían con todo, resistiendo balazos, gritando entre tambaleos, y los primeros cuerpos colisionaron contra los escudos como olas contra las rocas. Las babas empaparon los escudos mordidos, las manos trataron de pasar el muro invisible, y las hojas cayeron inmisericordes.<br /><br />¡<span id="SPELLING_ERROR_13" class="blsp-spelling-error">PLAF</span>! Empujaba el escudo desequilibrando el engendro.<br /><br />¡<span id="SPELLING_ERROR_14" class="blsp-spelling-error">SPLAT</span>! Cercenaba el machete, cuarteaba las costillas, abría el cuello, rasgaba el vientre, y la sangre espesa regaba los uniformes y los duros escudos que perdían su transparencia. A través de ellos, el mundo se veía en una visión de Marte, de Ares, de Roma.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu0tkZlweSN6eB5VP8yh7MR5F51sDb2HkdMGnzifmJnADEIymE3DLRiNeoNeQh0OpVjNohtodBFl3rSsZp2mowksjZ_yUS5ZJ04ODRQLk_XeSKV2OIyi7XBFTsIbE6obdn0JSKHQ1gMSU/s1600/actualidad01esmadhb9.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; width: 400px; float: left; height: 230px; cursor: pointer;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509587856140251746" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu0tkZlweSN6eB5VP8yh7MR5F51sDb2HkdMGnzifmJnADEIymE3DLRiNeoNeQh0OpVjNohtodBFl3rSsZp2mowksjZ_yUS5ZJ04ODRQLk_XeSKV2OIyi7XBFTsIbE6obdn0JSKHQ1gMSU/s400/actualidad01esmadhb9.jpg" border="0" /></a>El rojo sangre de la capa espartana, el fuerte color de la cimera de <span id="SPELLING_ERROR_15" class="blsp-spelling-error">Suetonio</span> dirigiendo a sus legionarios contra las bárbaras hordas de <span id="SPELLING_ERROR_16" class="blsp-spelling-error">Bóudica</span>.<br /><br />Los fusiles <span id="SPELLING_ERROR_17" class="blsp-spelling-error">traqueteaban</span>, pasando a automático, y barrían con partes de la formación mientras los escudos se cerraban apenas delante de ellos deteniendo la hambrienta masa.<br /><br />Los machetes subían, los escudos empujaban. Los machetes silbaban, la sangre salpicaba.<br /><br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="color: rgb(51, 204, 0);">(Por favor <span id="SPELLING_ERROR_18" class="blsp-spelling-error">escúchame</span> mientras lees)<br /><br /></span></div><br /><div style="text-align: center;"><br /><object height="385" width="480"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/F_JF8oSxXtM?fs=1&hl=es_ES&color1=0x3a3a3a&color2=0x999999"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><br /><embed src="http://www.youtube.com/v/F_JF8oSxXtM?fs=1&hl=es_ES&color1=0x3a3a3a&color2=0x999999" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="385" width="480"></embed></object><br /></div><br />Los cadáveres ya se hacían de plataforma para salto de otras bestias, los cuerpos caían fuerte sobre los escudos <span id="SPELLING_ERROR_19" class="blsp-spelling-error">obligándonos</span> a lanzarlos a un lado y abrir la <span id="SPELLING_ERROR_20" class="blsp-spelling-error">formación</span>. Como podíamos, los pasábamos por machete antes de que tocaran el suelo, pero el impacto era fuerte, y la línea comenzaba a perderse.<br />Carlos ordenó avanzar. Las botas pisaban los cadáveres, las hojas remataban lo que aún se movía, la máquina procesaba la carne, abría los cuerpos, cerraba sus ciclos.<br /><br />Pronto, se escuchó detrás la queja.<br /><br />- Casi no quedan lacrimógenos... ¿Qué serán estas latas que dicen Ce Ele?<br /><br />- ¡PEDAZO! ¡Eso es cloro! ¡<span id="SPELLING_ERROR_21" class="blsp-spelling-error">Tirales</span> el PUTO CLORO!<br /><br />Las pipetas silbaron de nuevo, y los tumultos se desarmaban en bramidos y gritos desgarrados, <span id="SPELLING_ERROR_22" class="blsp-spelling-error">revolcándose</span> en el suelo como si se quemaran vivos.<br /><br />Los fusiles tuvieron un descanso, los machetes trabajaban segando la joven cosecha <span id="SPELLING_ERROR_23" class="blsp-spelling-error">paisa</span> que se echó a perder.<br /><br />Los rostros desfigurados colisionaban contra los escudos, las caras levemente conocidas se perdían en la expresión terrorífica, cadavérica, mítica de ojos abiertos, desorbitados, cabello enmarañado, boca sonriente y lengua extendida.<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinlEZcV8j4J7Kg0R104u5K61dKgefUd7rqWB40Fwfed9lewbWlHCaNaZ1AQDiN6WZv-WdWtRWMhmLMRf24NTwfOueYfM_XByi84QKHoKibS5ZxhTOjrxUqXC59qJAjc0CzP4oVzeWbUD4/s1600/medusa-coloured.jpg"><img style="text-align: center; margin: 0px auto 10px; width: 300px; display: block; height: 314px; cursor: pointer;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509719023442697058" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinlEZcV8j4J7Kg0R104u5K61dKgefUd7rqWB40Fwfed9lewbWlHCaNaZ1AQDiN6WZv-WdWtRWMhmLMRf24NTwfOueYfM_XByi84QKHoKibS5ZxhTOjrxUqXC59qJAjc0CzP4oVzeWbUD4/s400/medusa-coloured.jpg" border="0" /></a><br /><br />Era el ataque de Medusa, del <span id="SPELLING_ERROR_24" class="blsp-spelling-error">Oni</span>, del <span id="SPELLING_ERROR_25" class="blsp-spelling-error">Troll</span>, era el mito hecho carne. La muerte buscando muerte.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT0YInugtNpcx6Kva4aCUN1_XBSLLQf6ND0_EXUSQ2HDU14xZrks_rPgDbxG1t5W5Hz0li8gcRgGyxashUK7AkQY5h_AaANMr9HIuZOGXDS0e-_i60v_eOXKa-0gpP9kRUwq0L2qz0DWg/s1600/multitud+contra+polic%C3%ADa+anti-disturbios+%283%29.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; width: 379px; float: right; height: 271px; cursor: pointer;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509587449630884626" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT0YInugtNpcx6Kva4aCUN1_XBSLLQf6ND0_EXUSQ2HDU14xZrks_rPgDbxG1t5W5Hz0li8gcRgGyxashUK7AkQY5h_AaANMr9HIuZOGXDS0e-_i60v_eOXKa-0gpP9kRUwq0L2qz0DWg/s400/multitud+contra+polic%C3%ADa+anti-disturbios+%283%29.jpg" border="0" /></a>Las bestias eran demasiadas, cargaban con fuerza o caìan sobre nosotros. Las balas escaseaban y su peso era muy grande para un solo brazo y un escudo. Ojo de buey cayó, una mole, juro que era el entrenador del <span id="SPELLING_ERROR_26" class="blsp-spelling-error">Multi</span>, lo tomó por la pierna, lo arrastró unos metros atrás y la <span id="SPELLING_ERROR_27" class="blsp-spelling-error">multitud</span> le cayó encima. Carlos se lanzó encima con un fuerte grito, barriendo a escudo y machete alimañas por docena, Rodrigo lo apoyó repartiendo los últimos plomos que le quedaban en los glotones.<br /><br />Debajo, Ojo estaba horrorizado, <span id="SPELLING_ERROR_28" class="blsp-spelling-error">hiperventilado</span>, tras la máscara de gas se notaba su terror. Rodrigo lo levantó tirando su fusil y lo llevó hasta uno de los carros. Sus piernas y su ingle se veían mordidas, ensangrentadas. Buey gritaba como si se estuviera muriendo. Las bestias armaron carrera de nuevo contra nosotros, peligrosamente cerca de Carlos y Rodrigo.<br /><br />Con un grito la línea se armó de nuevo, ahora sin apoyo de gas ni balas. Los lanza lacrimógenos corrieron por escudos y machetes para <span id="SPELLING_ERROR_29" class="blsp-spelling-error">reintegrarse</span> al grupo mientras la formación se hacía un círculo rodeado de animales rabiosos que chocaban sin descanso contra las placas enrojecidas.<br /><br />Al menos los 300 eran 300... Al menos <span id="SPELLING_ERROR_30" class="blsp-spelling-error">Suetonio</span> los hizo relevarse cada 45 minutos...<br /><br />Tras casi media hora de inmisericorde violencia, los números por fin mermaban. Las bestias eran más en el suelo hecho una ciénaga roja que los que <span id="SPELLING_ERROR_31" class="blsp-spelling-error">corrian</span> por la plaza<br /><br />El <span id="SPELLING_ERROR_32" class="blsp-spelling-error">Rino</span> comenzó a levantar con el escudo a cuanto bicho le corría, cayendo tras el con un estruendo. <span id="SPELLING_ERROR_33" class="blsp-spelling-error">Steffan</span> se alineó <span id="SPELLING_ERROR_34" class="blsp-spelling-corrected">detrás</span> abriéndoles la cabeza.<br /><br />Ya más separados, los animales trataban de derribar en pares o tríos a alguno del grupo, pero las armaduras proporcionaban suficiente tiempo para que otro los eliminara de un tajo y librara el espacio para el caído<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioccnO2eVa-buULubrhPUlPcTk-DNeo3vwmvzbgvpimkp6qNYSGIKsFiXlzbfJ5De8C8mm0_XTUsrDHoEuemgaAVZ-AeYU_cHBjEG6r7nguJstdfDLHQ9fBPImoXbkmjlUZxKq04xwr7c/s1600/Esmad.jpg"><img style="text-align: center; margin: 0px auto 10px; width: 382px; display: block; height: 310px; cursor: pointer;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509587159172913394" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioccnO2eVa-buULubrhPUlPcTk-DNeo3vwmvzbgvpimkp6qNYSGIKsFiXlzbfJ5De8C8mm0_XTUsrDHoEuemgaAVZ-AeYU_cHBjEG6r7nguJstdfDLHQ9fBPImoXbkmjlUZxKq04xwr7c/s400/Esmad.jpg" border="0" /></a>Carlos soltó el escudo, y a machete limpio pasó por montones a los simios que cargaban contra él sin un mañana en la frente. Su mano los agarraba del cuello, el machete les cortaba el vientre. El puño se estampaba en la cara y la hija cortaba por la columna. La sangre le saltaba a la visera, y él se limpiaba con un harapo del último caído.<br /><br />Y <span id="SPELLING_ERROR_35" class="blsp-spelling-error">Helder</span>, apenas me percataba, cubierto hasta las narices de armadura, tomando fotos a diestra y siniestra, siniestro y siniestros.<br /><br />Carne para el matadero. Todos<br /><br /><br /><div style="text-align: center;">* * *<br /><br /><br /><object height="385" width="480"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/Oyy6wFCX0OY?fs=1&hl=es_ES&color1=0x3a3a3a&color2=0x999999"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><br /><embed src="http://www.youtube.com/v/Oyy6wFCX0OY?fs=1&hl=es_ES&color1=0x3a3a3a&color2=0x999999" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="385" width="480"></embed></object><br /><span style="color: rgb(51, 204, 0);">(Por favor <span id="SPELLING_ERROR_36" class="blsp-spelling-error">escúchame</span> mientras lees)</span><br /><br /><br /><div style="text-align: left;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjePIrwF7jOzF01EzOO9QwG7dm7hA_acn-fZqs4V38bCXteQUKJ0ks9BWCamPbr4VQNb1S5Utp0uWTITm9hUai27JOhqrjTybbWnJnHVvCWlqOxoOIK9ImjyL59nNzBZCx-B0Vs4ssQm98/s1600/resident+evil+ss+zombie+time+gc.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; width: 315px; float: right; height: 240px; cursor: pointer;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509588102509500242" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjePIrwF7jOzF01EzOO9QwG7dm7hA_acn-fZqs4V38bCXteQUKJ0ks9BWCamPbr4VQNb1S5Utp0uWTITm9hUai27JOhqrjTybbWnJnHVvCWlqOxoOIK9ImjyL59nNzBZCx-B0Vs4ssQm98/s400/resident+evil+ss+zombie+time+gc.jpg" border="0" /></a>Pronto los números se hicieron insignificantes. La labor se hizo más de limpieza <span id="SPELLING_ERROR_37" class="blsp-spelling-error">consciensuda</span>, divididos de a tres fuimos pasando Facultad por facultad, pasillo por pasillo, salón por salón, muerto por muerto.<br /><br />Al final del día el atardecer pintaba sus visos sobre el coliseo aledaño a la cancha de <span id="SPELLING_ERROR_38" class="blsp-spelling-error">futbol</span>, el grupo había perdido dos hombres, y Sergio se encargó de curar a Ojo de Buey con quien sabe qué que encontró en la <span id="SPELLING_ERROR_39" class="blsp-spelling-error">tanqueta</span>. Carlos ordenó que lo mantuvieran en cuarentena, las películas tenían que tener algo de razón.<br /><br />Cuatro horas y punta después la universidad era nuestra. Levantamos de nuevo la reja, sostenida contra una de las <span id="SPELLING_ERROR_40" class="blsp-spelling-error">tanquetas</span>, y tras traer a la gente del <span id="SPELLING_ERROR_41" class="blsp-spelling-error">parqueadero</span> a Ciudad Universitaria y reunirnos todos en la cancha, la paz <span id="SPELLING_ERROR_42" class="blsp-spelling-corrected">fue</span> bien común.<br /><br />Este era ahora nuestro espacio, purgado con la sangre de nuestros héroes, limpiado con el sudor de nuestras frentes, abierto con el esfuerzo de nuestros brazos.<br /><br />No pude evitar recordar nuestro himno.<br /><br />"El hacha que mis mayores me dejaron por herencia, la quiero porque a sus golpes libres <span id="SPELLING_ERROR_43" class="blsp-spelling-error">acentos</span> <span id="SPELLING_ERROR_44" class="blsp-spelling-error">resunenan</span>".<br /><br />Libres, supervivientes, prisioneros en una ciudad que ya era todo menos hogar.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhq0cKvrFXFyoth4HMCLsLjVu-3t3VcB5xOYP181a9pOyJXuj_CbxsFndMLvc2OhweYdpQ1ifEbzRcOKoFqZV7TJ3CwnOZI0HnOIKOlQJIrZNC1I-lMpLt7BigZx3zjvL_39t-iGBhSkQo/s1600/290px-Zombie_breakin_sign.jpg"><img style="text-align: center; margin: 0px auto 10px; width: 290px; display: block; height: 290px; cursor: pointer;" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509590615163132914" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhq0cKvrFXFyoth4HMCLsLjVu-3t3VcB5xOYP181a9pOyJXuj_CbxsFndMLvc2OhweYdpQ1ifEbzRcOKoFqZV7TJ3CwnOZI0HnOIKOlQJIrZNC1I-lMpLt7BigZx3zjvL_39t-iGBhSkQo/s400/290px-Zombie_breakin_sign.jpg" border="0" /></a> </div></div></div>Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2034589692199184846.post-2467239551821646742010-08-24T10:20:00.000-07:002010-08-24T10:26:47.828-07:00Lo Justo y Necesario. Parte 4 1/2. Tomado por la fuerza<object height="385" width="480"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/pXNNTso7_Ck?fs=1&hl=es_ES&color1=0x3a3a3a&color2=0x999999"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/pXNNTso7_Ck?fs=1&hl=es_ES&color1=0x3a3a3a&color2=0x999999" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="385" width="480"></embed></object><br /><br /><span style="color: rgb(51, 204, 0);">(Por favor escúchame mientras lees)</span><br /><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimyZ2q6H2kT1CyAcE12Hl7OXa4QCadnvHYZyn7FzXKSv2moHmHWaHRxg8MzpBoFPehzaIk7BczW5gyqjGI0eO3XTPPj-GuNeizCJxU6SO8hL8cIUxvS-Tl56gYNDhtNxWAxNUWly5SgGo/s1600/20081021122150_2.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 400px; height: 250px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimyZ2q6H2kT1CyAcE12Hl7OXa4QCadnvHYZyn7FzXKSv2moHmHWaHRxg8MzpBoFPehzaIk7BczW5gyqjGI0eO3XTPPj-GuNeizCJxU6SO8hL8cIUxvS-Tl56gYNDhtNxWAxNUWly5SgGo/s400/20081021122150_2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509017543517273682" border="0" /></a><span style="color: rgb(192, 192, 192);">En contra de todo instinto de supervivencia, detuve el andar del auto a pocas cuadras del punto de encuentro y volteé. Ella parecía clavarse los dedos en las piernas de la fuerza con la que se las agarraba, inclinada contra una puerta, sollozando descontroladamente.</span> <span style="color: rgb(192, 192, 192);"><br /><br />- ... - ¿Y como mierdas comenzaba la frase? ¿Como le preguntaba lo que fuera? Las cosas estaban tan jodidas que eso de los protocolos se me hacía ajeno.<br /><br />- ¿Hola?...</span> <span style="color: rgb(192, 192, 192);"><br /><br />Ella no respondía. Apretada como estaba contra la puerta de la camioneta, buscando desesperada el frío de las partes metálicas, suplicando que le arrancaran esa temperatura pegajosa, ese agarre tibio y palpitante, ese fuego carnívoro, carnal, corpóreo... Con los ojos desorbitados, llorosos, disolviéndole la pestañina y la sombra con la sangre en una cascada patética bajo cada ojo, con las manos temblorosas buscando cubrirse los dedos con la piel de sus brazos, de su vientre...<br /><br />Queriendo no ser... No respirar... No sentir.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Yo adelanté mi mano hacia ella con miedo, no sabía si era seguro.<br />Ella se hizo más un ovillo al recibir mis dedos en su hombro y se contorsionó tratando de sacudirse la sensación de "hombre" de su piel.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">- ¿M-mu-m-mujer? ¿Estás bien?</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Ella asintió frenética, mirándonos tras sus rodillas. Steffan entonces entró en la conversación.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">- Niña... ¿Qué pasaba ahí dentro?</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Tardó para responder.<br /><br />-... Intenté... Salir... Esconderme ahí - Masculló jadeante - y todos estaban desorientados, parados por ahí, topeteándose entre ellos... En el piso, las paredes, las sillas, los mostradores... Y de un momento a otro me miraron... ¡ME MIRARON!</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Steffan y yo guardamos silencio. Sus ojos parecían dibujar con terror la descripción, sus manos, rehuir a lo que veía.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">- Estaban pálidos... pálidos como muertos. Y-y-y-y... Y se les inyectaban sus rostros con sangre hasta que los ojos, los o-ojos, parecía que fueran a reventarles... Sus venas... tan visibles... El mapa de venas y los latidos del corazón tan fuertes que los escuchaba como el traqueteo de una ametralladora... Y como vomitaban... Vomitaban en todas partes... sobre todo... sobre- Retomó el aire- mi...</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Yo corrí a esconderme en -en un baño,</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> Los sollozos se hicieron fuertes de nuevo, sus ojos anunciaban un recuerdo doloroso - </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> pero ahí estaban unas enfermeras vomitando todo el piso... Y me miraron igual... Y se me lanzaron... se movían contra mi presionándome en la esquina del baño... Y</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">o me les logré zafar y salí corriendo... y llegué a la sala de espera... la sala. Ay. La sala...<br /><br />-Y con eso rompió a llorar desconsolada.</span> <span style="color: rgb(192, 192, 192);"><br /><br />- Habían unos veinte... y-me-mee-me rodearon... todos con la ropa desgarrada. Niños, hombres, mujeres, ancianos... Y se pusieron violentos.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Me golpeaban, saltaban sobre mi, pateaban, mordían y arañaban... yo logré sacar una navaja de mi bolsillo y... ¡DIOS! Los apuñalé tanto, y gruñían, gritaban, pero me seguían golpeando... algunos se frotaban fuerte contra mi, bufando, mugiendo... La última vez que la vi estaba clavada en el ojo de un tipo... que con sonrisa torcida me rompía la ropa y me abría las piernas. Esa... ese... esa cosa... eso me violó... todos me violaron... No cesaban.<br /></span> <span style="color: rgb(192, 192, 192);">El silencio invadió el auto... ninguno pudo expresar cosa alguna. Yo simplemente abrí mi maleta, le ofrecí algo de ropa, y esperamos pacientemente a que se la pusiera.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">- ¿Y como te llamás?</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">- M-Martina.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Y no dijo más.</span> <div style="text-align: center;"><span style="color: rgb(192, 192, 192);">* * *</span> <div style="text-align: left;"><a style="color: rgb(192, 192, 192);" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-dadn6vBMr5JgrJ7uRk0mf0We6PF0rDCpNNMqyoRbRP6BJvEk2QG9dG8bZgHvedpiqrn64-zUFwBlzheL-_xVZB6w118njabFBozkOZx8wesFDVTCnu1PM3Nn802EWFr4yxCyfcCz_JM/s1600/no_pleace_like_home_by_saligia.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 271px; height: 361px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-dadn6vBMr5JgrJ7uRk0mf0We6PF0rDCpNNMqyoRbRP6BJvEk2QG9dG8bZgHvedpiqrn64-zUFwBlzheL-_xVZB6w118njabFBozkOZx8wesFDVTCnu1PM3Nn802EWFr4yxCyfcCz_JM/s400/no_pleace_like_home_by_saligia.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509022017628523426" border="0" /></a><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Cerca del auto, el hospital, la muchachita que lloriqueaba y los confundidos supervivientes, cerca del "Mierdero" dejado por los dos, del trauma que ahora se gestaba en la mente que reconectaba neuronas, hilaba recuerdos, masificaba hechos y los comprimía, tratando de fundirlos, quemarlos, abandonarlos a un olvido que no existe porque la mente no tiene si no entradas. Cerca de tanto caos y tantas tripas... Más caos. Más Tripas... Simplemente más.</span> <span style="color: rgb(192, 192, 192);"><br /><br />En medio de una manzana de casas encaramadas, construcciones apretadas entre si como cigarrillos en una cajetilla, como inmigrantes en un camión nocturno, una casa se apagaba como cerillo viejo, soltando una columna de humo que ascendía, llevándose unas pocas almas al cielo.<br /><br />En el horizonte podían verse muchas otras encendidas, algunas, incendios aislados, otros ya consumidos; y unos pocos ardiendo como hogueras bien alimentadas, quemando todo a su paso.</span> <span style="color: rgb(192, 192, 192);"><br /><br />De entre la ceniza y los escombros asomó un cuerpo grisáceo, sacudiéndose el polvo y las astillas de la ropa ya indistinguible. Un fuerte dolor de cabeza lo agobiaba, y los recuerdos brillaban por su ausencia. ¿Quien era?</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Desequilibrado, tropezaba con los muebles, las vigas caídas y los escombros mientras buscaba un lugar para sentarse. Una silla con el espaldar a medio quemar y una mesa de noche que todavía conservaba sus retratos sin daños, lo único que parecía mantenerse en pié.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">El joven se sentó revolviéndose el pelo ensortijado, limpiándose la cara y los ojos como pudo. Su nariz sangraba... justo lo que faltaba. Descansó por un segundo su nuca en el espaldar para detener la hemorragia, sintiendo la sangre espesa y ferrosa rodarle por la garganta, empapándole la lengua. El sangrado no tardó en parar.</span> <span style="color: rgb(192, 192, 192);"><br /><br />Caminó un poco entre vigas caídas, polvo y brasas, en una esquina, unos retratos se mantenían como altar.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Con cuidado tomó los retratos, limpiando los vidrios, sintiendo como cada rostro activaba un poco el vacío, el recuerdo hacía chispa, pero no encendía la llama. Una caricia a la cabeza le reveló un fuerte golpe en ella. una costra medio húmeda y un espacio de cuero cabelludo sin pelo... La razón de amnesia.</span><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">En los retratos estaba él, se reconoció porque de lejos los vidrios reflejaban su rostro sucio, un hombre grande con chaqueta verde, de buen físico y pelo muy corto, con brazos fuertes, lo abrazaba a él y a una niña más pequeña. Un grito agudo le cruzó la espina, una viga cayendo, un lloriqueo infantil, un salto y un espacio negro.</span> <span style="color: rgb(192, 192, 192);"><br /></span><a style="color: rgb(192, 192, 192);" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.tribunadelbiobio.cl/portal/images/stories/food/saqueos.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 409px; height: 245px;" src="http://www.tribunadelbiobio.cl/portal/images/stories/food/saqueos.jpg" alt="" border="0" /></a><span style="color: rgb(192, 192, 192);">En otro, una mujer que le inspiraba cariño y respeto, de pelo castaño, enrulado como el suyo, sonriendo en un campo abierto sin muchas preocupaciones... No lograba recordar nada, visualizar nada, solo la viga cayendo, la sangre y los gritos en las calles, los saqueos, cerrar las puertas, armarse bien y temer día y noche.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">No eran pandillas ni ladrones, no eran narcos, paramilitares, guerrilleros; ni el mismo ejército.</span> <span style="color: rgb(192, 192, 192);"><br /><br />Con esfuerzo recuperó el aliento, ya con el corazón más calmado y mejor equilibrio, y revisó lo que quedaba en pié de la casa.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Vasos regados, pedazos de techo y muro, un televisor roto y un equipo de sonido partido por una viga. Ropa maltrecha, cajones bloqueados por el peso de los escombros, platos, mesas con vidrios partidos, ventanas rotas, lámparas deshechas... y un escaparate cerrado.</span> <span style="color: rgb(192, 192, 192);"><br /><br />Lo abrió lentamente, con inconsciente reverencia, como si fuera mandatorio.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">El escaparate parecía una puerta al campo... por ese fuerte olor a leña y pasto, a guayabas maduras, leche recién ordeñada, tierra y viento.<br />Adentro, un poncho viejo que con el tiempo de gris se hizo negro, un machete con funda "</span><span style="font-style: italic; color: rgb(192, 192, 192);">de'hartos ramales</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">", uno sombrero aguadeño bien cuidado, botas pantaneras y un cinturón fuerte, como para pantalones de verdad.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Pero más adentro, algo le avivó el recuerdo. Un olor cálido, de fuerte respeto y admiración, de comodidad... la chaqueta de la foto, colgada detrás del poncho.<br />Era claramente una chaqueta militar, pero donde antes debió haber estado el nombre oficial del hombre de la foto, ahora estaba bordado "Hati". La prenda fue a dar cómodamente a sus hombros, y de un bolsillo cayeron un par de guantes de cuero, con el mismo nombre bordado en la muñeca del izquierdo.</span> <span style="color: rgb(192, 192, 192);"><br />Contra la esquina, un bastón largo de guayabo, labrado a punta de cepillo, de buena densidad pero liviano. Un metro veinte de largo, una pulgada de ancho, y tierra marcada en una punta.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Se hizo de un morral que encontró bajo una cama, un plato, vaso y cubiertos de metal, cuchillos de cocina, cuerda, algunas herramientas, un cuaderno y las fotos de los retratos bien cuidadas dentro de él. y sin más, salió.</span><br /><br /><a style="color: rgb(192, 192, 192);" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2sQ5_9ybJ92I2-9ACYFLDZkRdiG5Ydn1Pngbzwaf7oxVV7PP4z8dm8OTWtjit54R7J3r4WrUvSOzTmOJ3yxsJ7Gg1hyphenhyphenVrnn26V5V2KvowGwYTHVtubBshMenH1MTCUIdrIN2GqfzI-Io/s1600/City_Of_The_Dead_by_LoveInDeathsArms.jpg"><img style="float: right; margin: 0pt 0pt 10px 10px; cursor: pointer; width: 378px; height: 284px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2sQ5_9ybJ92I2-9ACYFLDZkRdiG5Ydn1Pngbzwaf7oxVV7PP4z8dm8OTWtjit54R7J3r4WrUvSOzTmOJ3yxsJ7Gg1hyphenhyphenVrnn26V5V2KvowGwYTHVtubBshMenH1MTCUIdrIN2GqfzI-Io/s400/City_Of_The_Dead_by_LoveInDeathsArms.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509022859652399698" border="0" /></a><span style="color: rgb(192, 192, 192);">No sabía bien qué lo movía, ni como, pero no parecía tener problemas en sortear los obstáculos en su camino. No tardó mucho para llegar a la calle.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Se movía como un fantasma, como se mueve un gato que se le escapa al perro de su barrio, que se le escapa a su amo, a si mismo. Seguro, tranquilo, con la respiación bajita, los pies ágiles, y deslizándose pegadito a los muros.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Y los vio. Trogloditas, caníbales de cliché, eso parecían. Hombres que ya no eran si no bestias, acurrucados, temblando en el sopor, resguardados del sol, comiendo carne regada por el suelo y lamiendo la sangre que manchaba el asfalto. Los vio bien, los detalló, los contó, midió, estimó y memorizó; pero ellos ni lo notaron.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Hati pasó por la ciudad como Pedro por su casa.</span> <div style="text-align: center;"><span style="color: rgb(192, 192, 192);">* * *</span> <div style="text-align: left;"><a style="color: rgb(192, 192, 192);" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrjdBOxHK4USu1AwuIYrgO6TYRSDBVF-j4z8pOGrCW9P0KKFORVGY_tobduWlDE6vTv5wEfTk3skuCpzj2CmGvTCzblhkf9wqZdtZVzWm_AtXKMhpTZL-pK6n3p00YbaTraghb_dHdB6g/s1600/zombie_che_400x400.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 295px; height: 295px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrjdBOxHK4USu1AwuIYrgO6TYRSDBVF-j4z8pOGrCW9P0KKFORVGY_tobduWlDE6vTv5wEfTk3skuCpzj2CmGvTCzblhkf9wqZdtZVzWm_AtXKMhpTZL-pK6n3p00YbaTraghb_dHdB6g/s400/zombie_che_400x400.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509016923686675906" border="0" /></a><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Steffan y yo llegamos al punto de encuentro, llevando a Martina casi de la mano. Bajamos de la camioneta, ya dentro del parqueadero, y Maria Clara me recibió con un abrazo que me levantó del suelo.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"> </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">"Mala" era una mujer fuerte, rolliza, ni alta ni baja, de pelo negro con mechones verdes y azules, y el físico era el que bien le dejó jugar Rugby por años. Cosa rara... hasta en estos tiempos tenía </span><span style="color: rgb(192, 192, 192);">puesta una camiseta del Che.</span><span style="color: rgb(192, 192, 192);"><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> <span style="color: rgb(192, 192, 192);">D</span></span><span style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style="color: rgb(192, 192, 192);">evuelto el abrazo, me hizo pasar.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Adentro, unas veinte personas agolpadas en una sala discutían alrededor de lo que parecía un plano dibujado con tiza y con representaciones hechas con borradores, adornos y cubiertos. Los hombres se levantaron de inmediato, y Mala nos los fue presentando.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Carlos, un hombre alto, de complexión fuerte, calvo y de voz grave. Parecía un luchador de UFC. Rino, bajo, pelo largo enmarañado, prominente nariz, mirada burlona pero desconfiada, Sergio, corto de estatura, parecía que no se afeitaba en una semana, y el pelo de típico bohemio cervecero y fumador de pielroja. "¡Buenas!". Helder, moreno, pelo corto, pasamontañas tapándole las orejas y cámara fotográfica terciada, poca condición física y un aire viciado en sus ojos de párpados caídos. El pato, Rodrigo, Dobles, Ricardo, Andrés y Ojo de buey... Mucha gente.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">- La vuelta es simple - Dijo mala - esos perros son como zombies de las películas, y ya hemos visto que se tragan lo que se encuentran, yo digo que caigamos al ESMAD, miremos como nos robamos una tanqueta y los uniformes de Robocop, luego entramos a la U a la fuerza, sacamos a esos pirobos a machete, la cerramos, y vivimos ahí. En la U tenemos de todo pa' vivir por años.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Carlos se levantó, tomó del piso un hacha de incendios y nos miró a todos a los ojos. Martina le quitó la mirada.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">- Esto es de vida o muerte, este es el momento decisivo, esta es la única oportunidad que tenemos. Si caemos en la U, mañana vamos a estar chupando la sangre de las alcantarillas. El que no se sienta con cojones para pasar a machete a esas cosas, quédese y cuide.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">El pato, Martina y Sergio se quedaron, el resto fue tomando o que pudo, lo que traía, y montados hasta en los techos en tres carros salimos hacia el ESMAD. Suerte la nuestra que estuviera a dos minutos de la U.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">La resistencia fue mínima, de uniforme negro y gorra estaban muchos, pero comiendo carne podrida. ¿Quien de nosotros iba a pensar que no vivían con la armadura puesta? Así los veíamos siempre.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Machetazo va, machetazo viene, éramos muchos para tan poca resistencia. Y en media hora estábamos todos full armadura, escudos transparentes y machete. Rock & Roll Bitches!</span><br /><br /></span></span><a style="color: rgb(192, 192, 192);" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiX9ngOVWFe1tuGTFQ5_BS_57JzLo1a8jx9dwG0S0_pn_9ywTrDvEGEDSM0FKM9XtzreBgZBcPDNK-oevY4c2sqg7ntE81tf0PLu-YIkh4lvDBcFZpwaF3WJoIw_fi0jMI9aIE8XQsCuQQ/s1600/TlcQuitob0406.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 285px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiX9ngOVWFe1tuGTFQ5_BS_57JzLo1a8jx9dwG0S0_pn_9ywTrDvEGEDSM0FKM9XtzreBgZBcPDNK-oevY4c2sqg7ntE81tf0PLu-YIkh4lvDBcFZpwaF3WJoIw_fi0jMI9aIE8XQsCuQQ/s400/TlcQuitob0406.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509015262569832002" border="0" /></a><span style="color: rgb(192, 192, 192);"><span style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Tomamos dos tanquetas llenitas de gasolina, unos arietes para puertas, lanza lacrimógenos, escudos, cascos, máscaras de gas y armaduras extra, cortafríos de tamaños bíblicos, unas cuantas armas de fuego y muchísimos garrotes. Por último, un intercomunicador para cada uno, y donde llevaban las granadas lacrimógenas, molotovs.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Hicimos chirriar las llantas de los paquidermos y arremetimos contra la U.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Llegamos por Barranquilla, comenzando a entender como se sentía el ESMAD en esos monstruos... era el poder, la espera. Dentro de la tanqueta el aire parecía inyectar violencia, frenesí, y la visión de todos uniformados creaba una imagen mental de que todos éramos uno solo. Dos se hicieron de lanza lacrimógenos, Rodrigo y Ojo de Buey tomaron de a fusil, se les notaba el servicio militar. El resto nos armamos de machete y escudo.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">La primera tanqueta aceleró rauda, arremetiendo contra la reja de Barranquilla con un grito de emoción de todos y abriéndola de un golpe. Los remaches volaron, y la bestia frenó frente a las columnas que abren Plaza Barrientos. La segnda tanqueta frenó al lado.</span><br /><br /></span></span><span style="color: rgb(51, 255, 51);">(Por favor escúchame mientras lees)</span><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);"><span style="color: rgb(0, 0, 0);"><br /><object height="385" width="480"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/1PNyprRxQE4?fs=1&hl=es_ES&color1=0x3a3a3a&color2=0x999999"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/1PNyprRxQE4?fs=1&hl=es_ES&color1=0x3a3a3a&color2=0x999999" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="385" width="480"></embed></object><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Pero los vehículos sería inútiles, todos los bichos estaban tras las columnas de la plaza.</span><br /><br /><span style="color: rgb(192, 192, 192);">- Bueno - Dijo sonriendo el Rino - ¡A tirar infantería araganes!</span><br /><br /></span></span><a style="color: rgb(192, 192, 192);" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbNeyPtvry3khdp4ufhLsNmg1sUiqUaEb2a9DQvNt7G5oWYVvN5b5WOf9CDtLXrw0jVKIcVmpJkuZtO29B2dZ8B-AfAgA3inc40PsqM-V1GXVs3CDUeNTQd2grIv6q7eOo7oFHdbj6B0A/s1600/imagen17146971dn8.jpg"><img style="float: right; margin: 0pt 0pt 10px 10px; cursor: pointer; width: 400px; height: 276px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbNeyPtvry3khdp4ufhLsNmg1sUiqUaEb2a9DQvNt7G5oWYVvN5b5WOf9CDtLXrw0jVKIcVmpJkuZtO29B2dZ8B-AfAgA3inc40PsqM-V1GXVs3CDUeNTQd2grIv6q7eOo7oFHdbj6B0A/s400/imagen17146971dn8.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509014714467102866" border="0" /></a><span style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style="color: rgb(192, 192, 192);">Entre risotadas bajamos y nos formamos frente a las tanquetas.<br /><br />Ya sé como se sintieron Leonidas y sus 300.</span><br /></span></div></div></div></div><span style="color: rgb(0, 0, 0);"></span>Sebastian Villahttp://www.blogger.com/profile/08203672084199556342noreply@blogger.com6