jueves, 5 de febrero de 2009
Marioneta. Parte 2. Habitación 4603001.
Los uniformados, con toda la rigurosidad del caso, entraron al complejo asegurando la zona. Todo el personal se encontraba apuntalado, formando un corredor que llevaba a las escaleras del sótano. Dada la señal, otros cuatro agentes lo condujeron adentro.
Sonreía. Sinceramente sonreía desde antes de entrar.
Todos los ojos se posaron sobre él, era la nueva estrella de este circo, la atracción principal entre tanto loco. Y el lo sabía bien. Era un lunático, no un estúpido.
Una atrevida carcajada fijó la atención de la multitud. Sus labios se curvaban violentamente bajo la máscara, mientras miraba frenéticamente de un lado a otro. Reparando rostros, grabándolos en su cabeza, poniéndoles nombres. “Pequeño Juan, Dorotea, Katheryn Soprano, Tifón, Cara de masmelo...” Susurraba en una retahíla incesante de palabras. Hoy no estaba de ánimos de hablarle a nadie, no mientras tuviera esa máscara que ocultara su sonrisa.
Los guardias lo condujeron ahora hacia el sótano del edificio, guiados por un mapa. La ruta trazada se tejía de forma incoherente por los pasillos y sub niveles del calabozo. Debían hacer que su mente se perdiera entre tantas vueltas, su abogado había conseguido que no fuera posible vendarle los ojos ni transportarlo en un pequeño montacargas, como a los psicópatas de su calaña.
Al final, al fondo de un pasillo alargado, cubierto de puertas metálicas a cada lado, una angosta placa de vidirio negro, parecida a un espejo, descansaba fría. Esperando ser abierta para cumplir con las razones de su construcción.
Los guardias, obligando al loco a mirar en el sentido contrario, presionaron un botón al lado de la puerta, una pantalla táctil salió tras una placa retractil. El código de sentencia fue digitado posterior a una huella digital autorizada; y la puerta desapareció ascendiendo entre el muro.
Otra revisión, más cautelosa esta, a su acogedora residencia. Los muros, el techo y el suelo estaban acolchados en cada centímetro, no había ni una sola superficie dura ni puntiaguda. Parecía un corral para un niño problemático. Un lava manos con un expendedor de jabón, un sanitario, papel higiénico. Una cama casi pegada al piso. Todos los muebles cubiertos de la misma forma que las paredes; Todo esto iluminado por pequeñas luces escondidas tras placas de acrílico en el techo... Nada más.
Los dos guardias salieron de nuevo del diminuto espacio. Ahora ellos sonreían.
El guasón seguidamente se percató de la razón de tanta gracia. A su lado una jeringa salió de debajo de una manga, y su contenido fue vaciado en su torrente sanguíneo. No hubo tiempo para hacer nada.
-- Un regalo del jefe de policía, Payasito--
Entre balbuceos desvanecientes alcanzaron los policías a entender “Mamá... por favor... cierra la ventana que hace frío”.
Los guardias le quitaron el bozal y pusieron sin prisa la camisa de fuerza, para luego tomar turnos para entrar a la celda y patearle las costillas con una primitiva satisfacción. ¿No lo tenía merecido el muy bastardo?
Que fortuna que su abogado también consiguió que su celda no tuviera cámaras internas, y que la placa de acrílico se ahumara a menos que se digitara la clave.
“BIENVENIDO AL INFIERNO, PEDAZO DE ESCORIA” le gritó uno de los uniformados. Los otros fueron contestatarios con insultos y burlas, mientras se alejaban tranquilamente de la celda 4603001.
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Estás narrando muy bien, dejando con ganas de seguir leyendo. El próximo viernes me tenés acá pegado.
ResponderEliminarÉxitos
quiero mas asdf
ResponderEliminarYo sigo esperando a mi Arlequin favorita...nice lines.
ResponderEliminarUy cada viernes... como esperar... aca tenes una adepta mas
ResponderEliminarCarajo hoy me olvidé por completo que habías sido vos (una de las dos manos)...Cada vez mejor, fan # 1 (y crítica también cuando haga falta ;D)...fan-tás-ti-co!
ResponderEliminarComo que peleen por ese título... no eres la primera en declamarlo.
ResponderEliminarYo peleo y demuestro, ¿¡quién contra mí?!
ResponderEliminarJajaja, no es cierto, yo no tengo que demostrarle nada a nadie...Ña! ;P
ResponderEliminarejemplos... tu madre.
ResponderEliminarEstá muy bueno, excepto por el hecho de que toca esperar otra semana...
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